sábado, 25 de octubre de 2025

"CONTENGO MULTITUDES", MI COLUMNA SEMANAL EN EL PERIÓDICO DE ARAGÓN

Stephen King sigue siendo el rey. Sigue publicando sin descanso, como en los buenos tiempos, y lo siguen adaptando al cine y a la televisión cada dos por tres. La última de sus adaptaciones (pronto llegarán más), que se encuentra en la cartelera, es La vida de Chuck, un relato de poco más de sesenta páginas que aparecía en la antología La sangre manda, del año 2020. Es una historia extraña, con elementos fantásticos y sobrenaturales, pero no es de terror; cuenta con una buena idea y como curiosidad está narrada en orden inverso. Se divide en tres actos (Acto III: ¡Gracias, Chuck!, Acto II: Músicos callejeros y Acto I: Contengo multitudes). Me gustó el cuento, no lo voy a negar, pero lo confieso: no me pareció memorable. Sin embargo, la película homónima adaptada y dirigida por Mike Flanagan convierte lo literario en pura emoción visual, conformando una obra sensacional, realmente antológica. Ay, la magia del cine. No es que cambie Flanagan la historia, para nada, de hecho calca los diálogos y las situaciones de forma reverencial, pero con una maestría y una sensibilidad que elevan el texto exponencialmente. Mike es muy fan del escritor de Maine; ya lo había adaptado dos veces, llevando al cine sus novelas El juego de Gerald y Doctor Sueño, pero a la tercera va la vencida, como se suele decir, plasmando con La vida de Chuck una de las mejores adaptaciones del maestro King de la historia, y mira que ha tenido buenas adaptaciones: Carrie, Misery, La zona muerta, La niebla… Esta apuesta, más existencialista y reflexiva, centrada en la vida y en la muerte, estaría más emparentada con otros cuentos suyos que sin ser de terror se han llevado al cine con gran acierto: Cuenta conmigo, de Rob Reiner, basada en su relato El Cuerpo, o Cadena perpetua, de Frank Darabont, basada en su relato Rita Hayworth y la redención de Shawshank. Con esas dos obras formaría un buen tríptico, desde luego. Es una película coral en la que todos los actores están fantásticos, pero me quedo con tres momentos: la escena con David Dastmalchian, el baile que se marca Tom Hiddleston y algunos diálogos de Mark Hamill. Soy de lágrima fácil, vale, pero esta película te desmonta de pura belleza en muchas escenas. No se la pierdan, saldrán bailando. Ha ganado el Premio del Público en el Festival de Toronto y el Premio de la Crítica en el Festival de Sitges. Por algo será.


"Contengo multitudes", mi columna semanal en El Periódico de Aragón de hoy sábado 25 de octubre.

Asimismo, podéis leer la columna "Contengo multitudes", de Roberto Malo, en el enlace de la web del Periódico de Aragón que pongo a continuación:

https://www.elperiodicodearagon.com/opinion/2025/10/25/contengo-multitudes-122985763.html


No hay comentarios: