Preparados, listos,
¡ya! Voy a empezar diciendo que el director y guionista Paul Thomas Anderson y
yo hemos nacido el mismo día (26 de junio de 1970), así que al estar hermanados
por el nacimiento siempre he sentido una inquebrantable afinidad con su cine.
Autor de una apabullante filmografía (Boogie
Nights, Magnolia, Pozos de ambición, The Master, El hilo invisible…),
estrena estos días su décima película, Una
batalla tras otra, de visión
obligada para los buenos amantes del cine.
Cada película suya (una tras otra) supone todo un acontecimiento, por lo
menos para mí y para muchos cinéfilos; cuatro años habían pasado ya de Licorice Pizza, su anterior trabajo, y
la espera se ha hecho muy larga. En ese tiempo de espera, como aperitivo me
había leído la novela Vineland, de
Thomas Pynchon, en la que está basada su nueva película. La novela es divertida
y muy caótica, pero ya intuía que difícilmente se podría adaptar tal cual,
porque es una locura total de más de cuatrocientas páginas, delirante y coral.
Se podría decir que PTA simplemente se inspira en la novela, pilla cosas de
aquí y de allá, y la actualiza y la lleva a su terreno. Como en muchas de sus
películas, las relaciones paterno filiales son el corazón de la trama. Y
consigue una obra revolucionaria en todos los sentidos, una comedia de acción
espectacular, vibrante, que se pasa en un suspiro pese a sus 161 minutos. La
factura técnica es impecable, colosal, y los actores están fantásticos:
Leonardo DiCaprio (el padre) está divertidísimo, Sean Penn (el rival) se marca
un villano memorable, para la historia, Chase Infiniti (la hija) debuta con un
papel extraordinario y Teyana Taylor (la madre) roba todas las escenas en las
que aparece. Empieza la carrera de la temporada de premios, y creo que Una batalla tras otra estará entre las
favoritas a llevarse un montón de nominaciones y reconocimientos. PTA no es un
novato en estas lides; sin embargo, aunque ha ganado grandes premios en los
festivales de Berlín, Cannes y Venecia, parece que en Hollywood no acaban de verlo
entre los elegidos para la gloria; ha sido nominado a los Óscar cinco veces
como guionista, tres veces como director y tres veces a la mejor película, sin
haber ganado nunca. Igual ahora es un buen momento para reconocer por fin su
inmensa maestría. ¡Viva Paul Thomas Anderson! ¡Y viva la revolución!
"Empieza la carrera", mi columna semanal en El Periódico de Aragón de hoy sábado 4 de octubre.
Asimismo, podéis leer la columna "Empieza la carrera", de Roberto Malo, en el enlace de la web del Periódico de Aragón que pongo a continuación:
https://www.elperiodicodearagon.com/opinion/2025/10/04/empieza-carrera-122247806.html
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