Suelo ir al cine todas las semanas. Y hay sesiones en que se cuentan los espectadores asistentes con los dedos de una mano. Y es una pena. Un cine lleno de gente siempre es algo agradable de ver. Resulta esperanzador. Me gusta ir al cine los miércoles, el día del espectador, más que por el descuento por ver la sala con bastante gente. Y por ese mismo motivo y desde hace un tiempo me gusta ir también los martes: ese día los mayores de 65 años tienen un precio muy reducido, dos euros la entrada, y claro, en consecuencia los martes las salas están llenas a rebosar y es una imagen que da gloria verla. Suelo ser el único asistente menor de 65 años, pero esa cuestión es lo de menos. Este martes, por ejemplo, fui a ver Parecido a un asesinato y no cabía un alfiler en la sala. Llenazo total. Olé por el cine español. La película está basada en la novela homónima de Juan Bolea, estupendamente adaptada, y con algún cambio importante, por el guionista Rafael Calatayud. Es un intenso thriller dirigido con mucho oficio por Antonio Hernández, autor de En la ciudad sin límites, una de las mejores películas españolas de este siglo. Hernández llevaba diez años sin estrenar una película en salas, así que es una buena notica que este veterano realizador vuelva a la cartelera. El cuarteto protagonista está francamente bien: Eduardo Noriega (escritor de éxito), Blanca Suárez (su actual pareja), Tamar Novas (el exmarido de Blanca Suárez) y Claudia Mora (la hija adolescente del escritor). Todos tienen unos personajes complejos, ambiguos, que nunca sabes por dónde van a salir. La trama te tiene pegado al asiento desde el inicio hasta el revelador final, formando un puzle en el que cada pieza va encajando poco a poco de manera implacable. El hermoso paisaje del Pirineo aragonés es un personaje más, con impresionantes localizaciones en el Valle de Hecho, la Selva de Oza, Siresa o Canfranc. Estoy seguro de que el escritor Juan Bolea (que cuenta con un cameo en la cinta) tiene que estar orgulloso de esta notable adaptación. Ojalá sea todo un éxito de taquilla. Ahora que muchos agoreros declaran la muerte del cine, tal vez los mismos agoreros que llevan años danto la tabarra con el fin de la novela, no nos queda otra que acudir a los cines y leer libros como forma de resistencia. Que no falten los espectadores/lectores.
"La belleza de una sala llena", mi columna semanal en El Periódico de Aragón de hoy sábado 11 de octubre.
Asimismo, podéis leer la columna "La belleza de una sala llena", de Roberto Malo, en el enlace de la web del Periódico de Aragón que pongo a continuación:
https://www.elperiodicodearagon.com/opinion/2025/10/11/belleza-sala-llena-122491772.html
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