En
Literatúrame (
https://literaturame.net/), maravilloso rincón para la literatura digital en la red, han tenido a bien publicar y ofrecer a precio muy accesible (3,03 euros) en formato
epub el libro
"Los guionistas" (Eclipsados, 2009).
Sinopsis
Roberto Malo:
"Los guionistas" es una novela-guión de humor. Sus protagonistas son
Julián Gordillo y Raimundo Chueca, la pareja de guionistas más relevante del
actual cine porno español. El libro refleja las eternas quejas de los
guionistas (que no se les reconoce, que no se les paga lo que se merecen),
pero, para que hagan gracia estas quejas, a través del cine en el que se da
menos importancia al guión: el porno. Espero arrancar sonrisas e incluso
carcajadas.
Carlos E. Gracia: aunque en “Los guionistas” se escriba de cine
porno, se habla de mucho más: de cine convencional, nuestro a veces endogámico
cine patrio y de cómo en todo sistema caduco de castas cuesta hacer valer el
talento o de cómo éste es rechazado cuando se extralimita del estándar aplaudido.
Por eso, personajes inventados en “Los guionistas”, como Suxy, Ivana o Toni son
reconocibles… incluso entre la fauna autóctona. Y no sólo en el cine de género,
sino en ese arco de oropeles que abarca la cinematografía española, desde lo
más caduco a lo más moderno, pasando por lo casposo, lo trillado, lo atrevido…
Reseñas
Estrellas del retoce en color
saturado (por Elena Medel) - Calle20
Hay quinto (de
Roberto) Malo. Dos libros de relatos y dos novelas conformaban el historial
bibliográfico de este narrador zaragozano, que en Los guionistas nos
presenta un libro libre en cuanto a su argumento sin tapujos, género sin
límites y técnica sin orden, concierto ni plantilla. Malo —una revelación de
buen humor bien entendido— erige un monumento al hecho mismísimo de pasarse las
convenciones por el forro: con estructura de guión cinematográfico y espíritu
de novela viva y dinámica, nos cuenta las peripecias de Raimundo Chueca y
Julián Gordillo, «la pareja de guionistas más relevante del actual cine porno
español». Sin embargo, el prestigio en el mundo del jadeo no impide que su
familia muera de vergüenza después de una entrevista en la televisión local, ni
les libera de sus obligaciones laborales: Raimundo regenta junto a su novia un
negocio mitad copistería, mitad frutería, y Julián trabaja en la mercería de su
madre, mientras sueña con la llamada de alguna actriz que iguale su poder con
el del productor. En su tiempo de ocio, los amigos imaginan qué escenas deberán
tejer un polvo con el siguiente, hasta que un encargo de su productor habitual
—que desea «mandarla al Festival de Cannes»— les anima a escribir «el mejor
guión porno de todos los tiempos». Así pues, gitanas quirománticas, secretarias
avezadas, libreras que hacen ojitos, estrellas del retoce y miembros de la
tercera edad se asoman a Los guionistas como extras: en color
saturado y con música de ascensor, una buena dosis de amor, sexo, desengaños y
—sobre todo— risas suministradas con buena —¿cuál?— mano.
Los guionistas. Roberto Malo (por Paula Miró) - Prótesis
En un mundo donde el consumo de cine porno
está siendo sustituido por la descarga de videos “a la carta” en Internet,
Roberto Malo se atreve a refrescarnos con una sátira plagada de guiños sobre
este género cinematográfico en decadencia.
Por todos es sabido la importancia que el diálogo tiene en este tipo de
películas: en realidad, ninguna. El cine X siempre ha sido, digamos, más de
actores y situaciones que de trama, diálogo o realización. Con perdón por los
directores porno que realmente dan relevancia a ciertos planos, demostrando
tener una serie de constantes temáticas, y, en definitiva, un mundo propio.
Julián Gordillo y Raimundo Chueca se convierten en guionistas tras haber
escrito un par de cuentos para un fanzine. Cinéfilos y creativos, no saben
decir que no cuando les proponen convertir uno de sus relatos en un corto. Y
cuando introducen a una tía buena en su historia y, de paso, un buen polvo sin
tapujos. A partir de ese momento son requeridos y encumbrados como los
guionistas de moda del cine porno.
Resulta original la forma que tiene Malo de contarnos la historia, en forma de
guión. Los diálogos son fluidos y las acotaciones llegan a ser muy divertidas.
La historia se va desmadrando progresivamente y, como no podría ser de otra
forma, acaba a lo grande. De la forma más rocambolesca.
Curioso. Los guionistas son protagonistas de un guión, en el que se narra la
creación y el rodaje del libreto que les da el éxito definitivo. Una ligera
reflexión sobre la persistencia de la censura, pero no con la connotación
tradicional, sino con la imposición comercial. Los guionistas aceptan cambios
que desvirtúan la historia original dejándose llevar por la promesa del éxito.
La historia del mundo.
Pero esa es parte de la gracia. Una historia ligera y cómica, pero con sorna y
dobles sentidos, con personajes interesantes. Mientras algunos resultan
funcionales, otros –y esto es información confidencial– están basados en
estrellas mediáticas.
Julián y Raimundo son la personificación de la inocencia. Ellos creen en lo que
hacen y su éxito les reafirma. Aunque en sus películas se salten los diálogos
para pasar a la acción, ellos se toman en serio su trabajo. Un guión original
para la película porno del año es lo que se les encomienda. Y consiguen el
mejor final posible.
Ciertamente, la película porno “El armario”, esa que ellos escriben con tanta
dedicación, debería ser rodada. ¿Alguien se presta a protagonizarla?
Lo primero que te viene a la cabeza cuando sopesas en la mano el libro que ha
publicado Roberto Malo es “años setenta”, tanto por el
formato elegido, la textura del papel y esa foto en la cubierta que recuerda a
una novelita pulp de señoras ligeras de ropa.
Los Guionistas no es un título al azar, está claro. Además de contar la
historia de dos guionistas de cine, el propio libro está escrito,
aparentemente, en forma de guión. Digo aparentemente porque en realidad es
un falso guión americano, fácil de leer y más cerca del
teatro valleinclanesco que a una película.
Pero el libro, como no podía ser de otra manera, habla de cine, del mundo
del cine, pero de un cine del que no es habitual tratar, el cine porno. Por
poner un referente cinematográfico, que vendría al pelo, sería como la
película Boogie Nights, solo que… diferente.
Diferente porque la pareja protagonista de Los Guionistas no es a su
vez protagonista de las películas, se dedican a realizar los guiones -los
mejores guiones- de la industria del porno. Y de eso va la novela: de los
andares y circunstancias de la producción de la mejor película porno española
de la historia.
El libro se lee con rapidez, su estructura de guión basado en diálogos hace que
pases las páginas a toda velocidad mientras otro gran referente de
nuestra cultura popular te pasa por la cabeza y hace que te des
cuenta de que estás leyendo una obra perdida del bizarrismo pop, el último guión
perdido de Pajares y Esteso, la obra definitiva sobre el destape si este
hubiera continuado hasta convertirse en porno hardcore. Y es que pese a
todo, el lenguaje que usa Malo no es explícito en absoluto, no hay
descripciones sexuales detalladas, apenas nada que pudiera escandalizar
a amas de casa acostumbradas a su dosis diaria de telebasura.
En definitiva, un rápido entretenimiento, completamente
atípico dentro del mundo literario en castellano, y que arrancará una
sonrisa cómplice a cualquiera que haya crecido en la época de Los
Energéticos, Los Bingueros y las películas de Rocco
Sifredi reseñadas en la Cartelera Turia.