Estaba
en casa preparando la comida cuando sonó el teléfono fijo. Al fijo solamente me
llaman mi madre y ciertas compañías y corporaciones que quieren endilgarte
algo. Tomé el aparato y una voz masculina con un acento extraño preguntó por
mí. No era mi madre, evidentemente. Así que ahora tocaba escuchar lo que me
querían endilgar. “Tengo una propuesta para usted que no puede rechazar”,
empezó a decir mi interlocutor. Bueno, todo se puede rechazar, pensé para mis
adentros, pero guardé silencio. “Hemos pensado en usted para cantar en la
Ceremonia de Inauguración del Mundial de Qatar”, expresó el hombre de forma cantarina
y entusiasta. “¿Qué?”, acerté a decir, pasmado. “Le pagaríamos un pastón, por
supuesto. Aquí nos sale el dinero por las orejas. ¿Qué me dice?”. Me aclaré la
garganta. “Creo que se equivocan de persona. Ya he leído que Rod Stewart ha rechazado su oferta. Y
yo, cómo decirlo…”. “Sí, nos equivocamos con él”, me cortó, contrariado, “De
hecho, le pagaríamos la misma cantidad que le ofrecimos a Rod Stewart: un
millón de dólares. Y entre nosotros, yo le prefiero a usted, es algo más
joven”. “Gracias”, asentí halagado, aunque que te digan que eres algo más joven
que el bueno de Rod no es como para tirar cohetes. Un millón de dólares es una
cifra considerable; mis pupilas debían de estar como las del tío Gilito. Suspiré
e intenté medir mis palabras. “Gracias por pensar en mí. Es un honor. Pero… verá,
no voy a ir a Qatar. Lo siento. Me he informado bien y, la verdad, no quiero
pisar su país. No es una cuestión de dinero”, me expliqué. “¿Seguro?”, insistió
el hombre. “Seguro”, asentí. Y colgué con determinación. Me sentí extrañamente
aliviado. De pronto, sonó el teléfono de nuevo. Sonó bien fuerte. Y desperté;
era el sonido del despertador. Ay, menudo sueño. Es bueno tener principios
hasta en los sueños, pensé.
5 comentarios:
Genial...
Muchas gracias. Un abrazo.
Muy bueno
Muchas gracias. Un beso.
¡Grande, Malo!
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