Hay columnas que uno nunca querría escribir. Sin embargo, al mismo tiempo, sabes íntimamente que la tienes que escribir. Esta es una de ellas. Llevo semanas posponiéndola, como no queriéndome creer la noticia, como esperando que la cosa tenga arreglo finalmente. Pero hay que encarar la realidad, aceptarla, y quitar la tirita de golpe; ya sanará la herida. La Librería Central y la editorial Mira están a punto de echar el cierre tras haber solicitado entrar en concurso de acreedores. Esta noticia no la vi venir cuando saltó en los medios, nos pilló a todos por sorpresa, incluso a los propios empleados. Treinta personas van a ir al paro en cuestión de días. Una pena tremenda. Lo escribo y sigo sin creérmelo. Fundada en 1981 por Joaquín Casanova, la Librería Central, una de las más emblemáticas de Zaragoza, va a bajar la persiana tras 44 años de existencia. Para los que tenemos una arraigada querencia por los libros, el cierre de una librería histórica causa mucha tristeza. Todos salimos perdiendo; los lectores, el tejido cultural de la ciudad, el pequeño comercio… Los amantes de la literatura nos sentimos huérfanos de alguna manera. Y los recuerdos nos asaltan en tropel. En Librería Central, a lo largo de los años, he realizado infinidad de animaciones, cuentacuentos, firmas, presentaciones de libros… He sido un cliente habitual, tanto en libros de texto como en novedades editoriales, y el trato siempre ha sido excelente. Se echará de menos ese equipo de profesionales que tan bien te atendían en la librería. Y se les echará de menos también en la Feria del Libro de Zaragoza, donde su caseta era una fiesta continua. Qué risas y buenos momentos hemos pasado. Al mismo tiempo, cierra la editorial Mira, una de las primeras editoriales que apostó por los autores de Aragón, que empezó su andadura cuando el mundo editorial era un desierto en estas tierras. Yo publiqué con ellos mi primera novela. Como muchos autores de aquí. Publicaron en Mira sus primeras novelas escritores como Miguel Mena, Juan Bolea, Félix Romeo, David Lozano, Ángela Labordeta, Joaquín Carbonell… La lista es larga. Recuerdo con mucho cariño a Berta Sariñena y cómo se desvivía por los autores de la editorial. Necesitamos a personas como Berta, lo hacen todo mucho más fácil. Mi agradecimiento a toda la familia Mira-Central.
"Sigo sin creérmelo", mi columna semanal en El Periódico de Aragón de hoy sábado 5 de abril.
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