Ojalá los
Reyes Magos os hayan traído lo que habéis pedido y que no perdáis lo que ya
tenéis. Estos días he estado trabajando como Emisario Real en el Ayuntamiento
de Zaragoza, donde animaba un buzón bien hermoso, altísimo y de una anchura
considerable; en las fotos lucía la mar de imponente. Hace unos días un hombre
se me acercó algo apurado. “Perdona. Hemos tenido un despiste, y te voy a pedir
un favor. Mi hijo ha debido de echar sin querer en el buzón, junto a la carta a
los Reyes, su carnet de la biblioteca. ¿Podrías buscarlo?”. Tras suspirar
hondamente al asimilar la información (el buzón era gigantesco y cada día se
depositaban cientos de cartas), le respondí sin dudar: “No hay problema. Ven
mañana por la tarde, que estaré trabajando, y te doy el carnet. Lo encontraré”.
Un carnet de una biblioteca es un tesoro sin igual; haría lo que fuera
necesario para recuperarlo. Mi seguridad en la respuesta tal vez se debiera al
hecho de que al estar encarnando a un cartero de los Reyes Magos, inconscientemente
te ves preparado para ejecutar cualquier truco de magia; te sientes como un
intrépido aprendiz de brujo. Ya se sabe: todo se pega menos la hermosura, y
algo se me tenía que pegar de sus Majestades de Oriente si trabajaba para
ellos, ¿no? Me vi a mí mismo sumergiéndome entre miles de cartas (literalmente,
no exagero), buscando ese carnet de la biblioteca como quien busca una aguja en
un pajar. Pero no palidecí. Por un carnet infantil de una biblioteca uno hace
lo que haga falta; el salvoconducto para poder leer incontables libros tenía
que regresar a su legítimo dueño. Al día siguiente volvió la madre del portador
del carnet a ver si había habido suerte con el objeto extraviado. Por supuesto,
como no podía ser de otra manera, se lo entregué en mano con una gran sonrisa
de satisfacción. La magia de la Navidad brilla en estos pequeños detalles. Feliz
Día de Reyes.
"Día de Reyes", mi columna semanal en El Periódico de Aragón de hoy sábado 6 de enero.
2 comentarios:
Me encanta lo que escribes y dices. Puedo imaginarte buscando el carnet entre tantas maravillosas cartas escritas a mano. Actos así hacen la vida hermosa.
Tengo un poema en Pasitos cortos, que viene que ni pintado a esta bonita historia. Es genial la vida con personas como tú.
Un abrazo y feliz 2024.
Muchas gracias por tus palabras. ¡Feliz Año!
Publicar un comentario