domingo, 26 de enero de 2014

ZAPATOS DESGASTADOS





Cuando la vida cae sobre mí
con sus espadas ensangrentadas
no puedo por menos que pensar
en todo aquello que nos une
y nos separa a la vez
cada día más.


Me gustaría ser mejor para ti
pero soy sólo lo que soy:
un miserable, un canalla,
a ratos un bandido,
un asaltador.
Nada mejor.


Y tú te mereces un príncipe
pero sin las tinieblas que me rodean,
sin mis manos negras
cubiertas de sangre ajena,
sin mis zapatos desgastados
por el hambre.


8 comentarios:

José Miguel Vilar-Bou dijo...

es una poesía hermosa y desnuda. Lástima que no sea una mujer...

roberto dijo...

Eso da igual, corazón.

Marcos Callau dijo...

Hermoso poema, Roberto. Aquí David Salas sí que se desnuda. Me gusta. Abrazos, amigo.

39escalones dijo...

Uf, a día de hoy, merecerse un príncipe no sé si es un halago... Dime, ¿ese príncipe va con hermana o con cuñado o en solitario...?

roberto dijo...

David Salas es todo un romántico, Marcos. Un abrazo.

roberto dijo...

Pues sí, Alfredo, se nota que esto lo escribí hace mucho tiempo, cuando los príncipes todavía tenían buena fama. Ay, cómo están los tiempos...

Ginés J. Vera dijo...

Es sobrio, impacta, es provocativo. Confesional entre imágenes precisas. Nada mejor. Un saludo.

roberto dijo...

Pues sí, nada mejor que unos buenos comentarios. Un abrazo, Ginés.