sábado, 17 de abril de 2010
DIARIO DE SUEÑOS (23)
en mi sueño
tengo que entrar
en una casa siniestra,
no sé por qué,
pero tengo que hacerlo
tengo miedo,
mucho miedo,
pero en mi fuero interno
sé que tengo que hacerlo,
que tengo que entrar
subo por un largo tablón de madera,
inclinado contra
la casa de mis horrores:
es una casa deshabitada,
medio derruida;
el extremo del tablón
da a una ventana abierta
de la vieja casa
la ventana se me antoja
como una boca,
una boca negra;
no se ve nada a través de ella,
sólo la más infinita negrura,
y sé que tengo que entrar por ella,
y tengo miedo,
y no sé lo que me puedo encontrar
en el amenazante interior;
nada bueno, me digo
subo despacio, poco a poco,
con sigilo, con miedo,
y la ventana negra
se acerca a mí,
cada vez más,
rodeándome con su misterio
cuando ya estoy
en la ventana,
siento que algo corre detrás de mí,
que algo sube como una bala por el tablón,
y una mano viscosa
me agarra con fuerza
por la espalda
grito aterrado,
una, dos veces,
y mi segundo grito
me lleva al despertar
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8 comentarios:
Genial, como siempre!
¡Uau! Muy bueno. Escalofriante y chispeante.
Que no hay en los sueños,
que no siempre está en nuestros deseos...
Tú sí que eres genial, Piteas. Sigue escribiendo.
Y muy chula la foto.
Aquí estamos, Joe, buscando chizpazos...
Hola, Vero. Yo el sueño lo tuve tal cual. Ahora, a ver si alguien se anima y me lo interpreta...
¡Vaya pesadilla!... he podido sentir el miedo y el sudor en las palmas de las manos al despertar de un grito con el pulso acelerado. Genial, Roberto.
Hola, Marcos. Curiosamente, tener pesadillas es algo muy saludable para el organismo. Leí un reportaje de expertos del sueño que comentaban que en las pesadillas se libera mucha "mala energía" que hay que sacar de alguna manera. Así que, tener pesadillas, es bueno.
Lo que se aprende leyendo...
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