miércoles, 30 de marzo de 2011

"LA MADRE DEL HÉROE", NUEVO ÁLBUM ILUSTRADO

Ya tengo en las manos mi nuevo libro: el álbum infantil "La madre del héroe" (OQO, 2011), escrito por Roberto Malo y Francisco Javier Mateos e ilustrado por Marjorie Pourchet.

La historia de un rey en apuros no es nueva, tampoco que el monarca decida recurrir a un habilidoso espadachín o valiente caballero para poner fin a sus problemas, tal y como sucede en el relato de Roberto Malo y Francisco Javier Mateos. A lo largo del álbum, hay sitio también para ogros, duendes y magia.

Sin embargo, esta historia poco tiene de cuento tradicional: ni lo es en el tono, ni en el lenguaje del narrador y de los personajes ―plagados de giros coloquiales y actuales― ni tampoco en el desarrollo de la trama. En este relato pronto descubrimos que el papel del héroe no está representado por el rey, tampoco por el malvado caballero Negro ni por Dick Van Dyke y su prodigiosa espada.

Tal como adelanta el título, la valiente heroína es la madre de Dick Van Dyke. A pesar de que su personaje se corresponde con el estereotipo más clásico: sobreprotectora, cuidadora, consejera…, también recoge el tono irreverente del cuento. Así, nada tiene que ver su comportamiento con la actitud pasiva con la que se ha caracterizado a muchos personajes femeninos ―tanto a madres, esposas o prometidas― en los innumerables relatos de duelos entre caballeros.

A la progenitora de Dick Van Dyke no le falta iniciativa, valentía y nobleza en el carácter; valores que definen a cualquier héroe clásico, aunque bien pueden atribuirse a muchas madres, sean estas de la época de los caballeros y reinados, o de la era de las videoconsolas y las redes sociales.

En los cuentos tradicionales, la fuerza que mueve al héroe a actuar así tiene su origen en el amor, habitualmente de la amada. En el de Roberto Malo y Francisco Javier Mateos también es este sentimiento el que alimenta el coraje de la protagonista. No obstante, se trata del amor que siente una madre por un hijo.

El tono desenfadado de la historia cuenta con la complicidad de la reconocida ilustradora francesa Marjorie Pourchet, que a pesar de su juventud tiene un amplio recorrido en la literatura infantil, donde hace poco se ha atrevido a dar el salto como autora.

Se trata de un trabajo que aúna diferentes técnicas, acrílico, pluma… a las que ha incorporado collages con diferentes tipos de papel y decoraciones creadas a través de técnicas de impresión (monotipos, etc…).

La ilustradora imaginó las láminas de dibujo como si fueran la decoración de un teatro o de una opereta “donde, a veces, pueden cohabitar varias pequeñas escenas en una sola imagen”. De este modo, busca invitar al lector a imaginar el carácter “alocado” de los personajes a través de detalles “absurdos o anacrónicos” insertados en sus vestidos, en sus accesorios o en los alrededores…

En sus trabajos ha establecido vínculos e idas y vueltas entre las páginas, ayudándose con ciertos elementos evocados en el texto. La intención era aportar a las imágenes el contraste ―que existe en el texto― entre el cuento maravilloso tradicional y los acontecimientos “divertidos y desfasados” que tienen lugar en La madre del héroe.

De este modo, Pourchet ha dado vida a unos personajes con apariencia grotesca, desproporcionados en las medidas (cuerpo pequeño y cabeza grande). Para recrear todo el relato hace uso de una paleta viva de colores (amarillos, rojos, negros) que refuerzan el tono descarado, gracioso y atrevido de la historia.

Al igual que le sucede a Roberto Malo y Francisco Javier Mateos, esta es la primera colaboración de Marjorie Pourchet con OQO editora para, tal y como revela al principio la dedicatoria del cuento, rendir juntos un divertido homenaje a todas las madres.

El libro también está disponible en gallego (que hace ilusión que te traduzcan, oye).

Al igual que "Tanga y el gran leopardo" (Comanegra, 2009), "La madre del héroe" es un cuento del repertorio del Grupo Galeón, así que es un cuento que está muy vivo.

"La madre del héroe" (OQO, 2011), el mejor regalo para el día de la madre. Y como se suele decir, ya disponible en las mejores librerías.

sábado, 26 de marzo de 2011

RESEÑAS DE "LOS GUIONISTAS" (13)

Fernando Martínez reseña "Los guionistas" (Eclipsados, 2009) en Anika entre libros. Pongo el enlace a continuación:


En la fotografía, Roberto Malo en una presentación de "Los guionistas".

miércoles, 23 de marzo de 2011

"ASESINATO EN EL CLUB NUDISTA", YA EN LIBRERÍAS

Mi novela "Asesinato en el club nudista" (Nalvay, 2011) ya está en las librerías.

La novela está ilustrada por Abraham Pérez.

El book-trailer:

http://www.youtube.com/watch?v=S8CswU00o5s


El separador asesino:


Y los editores:

En la fotografía, Roberto Malo entre David González e Isabel Peralta, editores de Nalvay, en la pasada Feria del Libro de Aínsa. Vistiendo tal vez no, pero a la hora de editar tienen un gusto exquisito.

domingo, 20 de marzo de 2011

FOTOS Y VÍDEO DEL JUICIO A DAVID JASSO

El viernes pasado fue juzgado en la Fnac de Zaragoza el escritor David Jasso por la publicación de dos libros casi a la vez: "El pan de cada día" (23 Escalones) y "Abismos" (Grupo Ajec).

En la fotografía, el implacable fiscal José María Tamparillas, el imparcial juez Fernando Martínez y el acusado David Jasso.

En la fotografía, Roberto Malo, el abogado defensor de David Jasso.

En la fotografía, la testigo Iris Jasso, hija del acusado.

En la fotografía, el testigo Fernando Lafuente, escritor que publica en breve en una de las editoriales implicadas.

En la fotografía, el testigo Ernesto García, primo del acusado.

El fiscal en su alegato final.

El abogado defensor en su alegato final.

El juez Fernando Martínez partiendo nueces.

Tras el emotivo alegato final de David Jasso, el jurado popular declara inocente al acusado.

En la fotografía, Fernando Lafuente (testigo cortado en la foto), Iris Jasso (testigo), José María Tamparillas (fiscal), David Jasso (acusado), Fernando Martínez (juez), Roberto Malo (abogado defensor) y Juan Luis Saldaña (alguacil). Quedó fuera de la foto el testigo Ernesto García. Éramos muchos, está visto.

Recibiendo las felicitaciones tras el veredicto: Isabel del Río, David Jasso y Julia Duce.

Una vez declarado inocente, David Jasso (si bien siendo observado por el juez, por si acaso) ya pudo firmar en completa libertad.

A continuación, el vídeo del juicio, por cortesía de Félix Royo:



Asimismo, Javier López Clemente, miembro del jurado popular, realiza una divertida crónica del juicio en La curvatura de la córnea:


jueves, 17 de marzo de 2011

lunes, 14 de marzo de 2011

"ASESINATO EN EL CLUB NUDISTA", MI NUEVA NOVELA

Ya tengo nuevo libro: la novela “Asesinato en el club nudista” (Nalvay, 2011).

Texto de contraportada:

“Roberto Malo no es de este mundo. No sé si proviene de una dimensión alternativa o de un universo paralelo. Pero el caso es que nos arrastra con él a lugares en los que la realidad está sutilmente pervertida y lo incorrecto es ser políticamente correcto; en los que la imaginación reina y en los que todo es igual pero nada es lo mismo.
Y puedo probarlo, basta con leer Asesinato en el club nudista, allí encontramos un mundo cargado de intenso erotismo, fino humor, asesinos simpáticos, tramas subyugantes y desbordante imaginación. El autor deforma lo cotidiano y nos sorprende una y otra vez con detalles inesperados. Nada es lo que parece, ni siquiera la simple escalera de un edificio, o la esforzada profesión de asesino a sueldo.
Roberto consigue que la vida se convierta en una trepidante película y nosotros seamos sus protagonistas. Nos hace vivir, escena a escena, argumentos disparatados e historias maravillosas en las que la locura impera y la diversión está garantizada. Y logra algo muy difícil: transmitirnos el sentido de la maravilla que todavía rige en el mundo en el que él habita.
Un consejo: viaja a su universo. Disfrutarás tanto como un voyeur en un club nudista”.

David Jasso

La portada y las ilustraciones originales del interior son obra de Abraham Pérez (Puerto de Vega, Asturias, 1981). Ilustrador profesional desde 2004, reside actualmente en Madrid.

“Asesinato en el club nudista” es la cuarta novela de Roberto Malo, y la tercera de la colección de ficción adulta de Ediciones Nalvay. Ambientada en un futuro próximo, esta novela policíaca mezcla lo mejor del cine negro y el erotismo, sin faltar en una sola página ese sentido del humor, tan brillante y característico, del autor.

Os dejo a continuación el enlace a youtube del trailer-book de la novela, para que os hagáis una idea de qué va (y para que veáis algunos fragmentos de varias ilustraciones de Abraham):

http://www.youtube.com/watch?v=S8CswU00o5s

“Asesinato en el club nudista” se presentará el viernes 8 de Abril a las 8 de la tarde en la Fnac de Zaragoza. El autor Roberto Malo estará acompañado por el escritor David Jasso y por el editor David González.
Y la semana que viene, como se suele decir, en las mejores librerías.

viernes, 11 de marzo de 2011

PRESENTACIÓN DE "EL PAN DE CADA DÍA" Y "ABISMOS" DE DAVID JASSO

Viernes 18 de Marzo
20:00 horas
Fnac Zaragoza
Presentación de "El pan de cada día" (23 Escalones, 2011) y "Abismos" (Grupo Ajec, 2011), de David Jasso
El autor estará acompañado por Roberto Malo, Fernando Martínez y José María Tamparillas

David Jasso, maestro del terror psicológico, tras publicar cinco novelas tan potentes y escalofriantes como “La silla”, “Cazador de mentiras”, “Día de perros”, “Feral” y “El pan de cada día”, nos entrega ahora, rizando el rizo, cinco impactantes novelas cortas en un solo volumen.
“Abismos” es su primera y esperada antología, y a buen seguro que se convertirá en una antología antológica, valga la redundancia. Además, a excepción de “La bruma”, que ganó el Premio Liter y se publicó en la desaparecida revista “Galaxia”, todas las historias de este libro son inéditas, para mayor suerte de sus seguidores. “El huevo”, “La bruma”, “El tubo”, “El cine” y “La textura de tu piel” están llamadas a convertirse en clásicos del terror moderno, narraciones de una subyugante intensidad que te atrapan desde la primera línea sin remisión, desembocando de forma vibrante en finales certeros y sobrecogedores. En manos de este original y diabólico autor, por ejemplo, algo tan nimio como arrojar un huevo por la ventana puede desencadenar una tragedia de consecuencias imprevisibles.
No lo dudes y asómate a los abismos… si te atreves. Al menos, como diría Clive Barker, “es bueno estar preparado para lo peor, antes de perder el aliento”. Y como diría Stephen King: “He visto el futuro ganador del Ignotus a Mejor Antología y Mejor Novela corta, y su nombre es David Jasso”.

Roberto Malo

En la fotografía, David Jasso en uno de sus días buenos.

David Jasso se dio a conocer con la publicación de su macro-éxito “La silla”, un auténtico best-seller y todo un fenómeno social y literario. Ese fue el inicio de una triunfal y fulgurante carrera en la que cada nueva novela que publicaba se convertía en un hito de la literatura de terror.
Pero el autor no supo sobrellevar adecuadamente la fama y la fortuna. Las largas giras promocionales, la presión de las editoriales y del público, el peso del éxito y la dureza del extraordinario espectáculo de monólogos de terror con el que recorrió toda España acabaron pasándole factura.
Su ya de por sí débil salud mental se vio resentida, y un día, en plena actuación, cayó en una profunda crisis nerviosa de la que todavía no se ha recuperado por completo.
La polémica también le ha perseguido con frecuencia, primero por la denuncia pública de Daniel Lonces por narrar de forma no autorizada los sucesos descritos en “La silla”, después por supuestos escándalos sexuales (él afirma que no es el protagonista del “pillado” colgado en Porntube) y por último por su presunta implicación en los sucesos de la matanza de Santa María, que a la hora de editar este libro todavía se encuentran bajo secreto de Sumario.
En definitiva, se trata de un autor extraordinario (quizás malogrado irremediablemente por el dinero, la fama y el vicio), que nos presenta el que quizás sea en mucho tiempo su último material inédito.
Un hombre que ha caído en su propio Abismo.
Como prueba de ello, la invitación al acto:

martes, 8 de marzo de 2011

LA VIEJECITA QUE RECOGÍA PIEDRAS



Faltaba poco para las nueve de la mañana y Carolina recorría las frías calles apresuradamente. Llegaba tarde a la oficina, como siempre. Sus tacones bailaban aceleradamente sobre la acera, su bolso se zarandeaba para un lado y para otro y sus largos cabellos cobrizos volaban hacia atrás. Caras con sueño pasaban a su alrededor; estudiantes y trabajadores la seguían, la adelantaban, se cruzaban con ella. El barrio era un ir y venir de personas; con prisa, casi siempre con prisa. Personas que se veían prácticamente todas las mañanas, fugazmente, y que con toda seguridad nunca se llegarían a conocer. Y de entre todas esas personas, sin saber por qué, Carolina se fijó en una. Y la observó como hechizada, como hipnotizada. Era una viejecita pequeña y encorvada, ataviada por completo de negro. Estaba agachada al lado de una zona en obras, y observaba detenidamente unos montones de piedras que había en el suelo. Con suma lentitud, tomó una piedra esférica de superficie lisa, del tamaño de un puño, y la contempló con fijeza, como sopesando si sería una buena piedra o no. Y le debió de parecer que sí que lo era, pues acto seguido la metió en el bolso. Carolina se había detenido, observándola con atención. Le conmocionó sobremanera el ver algo así. ¿Para qué había recogido esa piedra? ¿Acaso creía que las piedras se pueden comer? ¿Es que estaba loca como una cabra?
Ignorando estos pensamientos, la anciana se alejó de allí con serena mansedumbre. Carolina, unos segundos después, prosiguió su camino hacia la oficina, persistiendo en su mente la imagen de la vieja recogiendo una piedra del suelo. Sin saber la razón, sin darse apenas cuenta, esa visión la había trastornado, la había turbado. Se imaginó a sí misma vieja y loca, vestida de riguroso luto, sola en el mundo... y estuvo a punto de gritar: ¿Ése es mi futuro?
Intentó echar semejantes pensamientos de la mente, pero no podía. No podía. Habían entrado de golpe, con fuerza, y no se irían fácilmente. Llegó al trabajo, entró en su oficina, se sentó ante el ordenador y al poco empezó a teclear, pero su mente no veía ni las teclas ni el ordenador: sólo veía una vieja, una vieja loca recogiendo piedras. ¿Acabaría ella así? ¿Acabaría recogiendo piedras del suelo como quien recoge joyas de increíble valor? Siempre le había impresionado muchísimo el ver a mendigos hurgando en los cubos de basura, pero esto había sido peor, mucho peor. ¡Había visto tanto en esa vieja! La amargura, la tristeza, la resignación y la serena locura la rodeaban. Y ahora, algo similar rodeaba e invadía la mente de Carolina. Algo que se arrastraba, lentamente, sobre el suelo de su mente.
Cuando dieron las dos –la hora en la que terminaba el trabajo-, Carolina todavía seguía pensando en la vieja. Se levantó de la silla, salió del despacho, y la vieja la acompañaba. Salió a la calle, y otra vez las personas la adelantaban, se cruzaban con ella. Sin embargo, ella no las veía: sólo veía una vieja. Caminaba ausente, como en un sueño. Pero su sueño se quebró, bruscamente, al sentir un fuerte tirón en el hombro, y estuvo a punto de caerse de bruces al suelo.
Un ladrón le había quitado el bolso en cuestión de un segundo, y ya corría con él entre la gente, por delante de ella.
-¡Eh! –gritó sorprendida, viendo que sus pensamientos se esfumaban con sonidos de cristales rotos, transportada brutalmente a la realidad-. ¡Al ladrón! -chilló-. ¡Al ladrón!
Y se echó a correr tras él, maldiciéndose por llevar zapatos con tacones y por llevar toda la documentación y las llaves en el bolso.
Pero de pronto algo pasó, rasgando el aire, y el ladrón cayó al suelo. Carolina fue a toda prisa hacia él. Lo tenía a diez metros. Si no se levantaba rápido...
Pero no se levantó. Carolina llegó hasta él y le quitó con presteza el bolso, que todavía aferraba débilmente con una mano. Lo miró: el ladrón estaba tumbado en el suelo, boca abajo e inconsciente, y su cabeza había recibido un golpe tremendo, pues sangraba abundantemente. A su lado había una piedra del tamaño de un puño.
Carolina se volvió. Iba hacia ella una viejecita pequeña y encorvada, ataviada completamente de negro. Se agachó sobre el ladrón, cogió la piedra y la metió en su bolso.
-¿Usted le ha lanzado la piedra? –le preguntó Carolina, asombrada.
La vieja sonrió levemente.
-Vaya, tiene usted muy buena puntería –señaló Carolina-. Muchas gracias.
-No hay de qué –repuso la vieja con voz queda. Y se alejó de allí, lentamente, muy lentamente.

domingo, 6 de marzo de 2011

RESEÑAS DE "LA MAREA DEL DESPERTAR" (11)

El escritor Sergio Mars reseña "La marea del despertar" (Hegemón, 2007) en Rescepto. Pongo el enlace a continuación:

En la fotografía, Roberto Malo en una presentación de "La marea del despertar".

viernes, 4 de marzo de 2011

ANTOLOGÍAS HONRADAS CON MI PRESENCIA (32)

“Eclipse nº 7: de la ciudad” (Prensas Universitarias de Zaragoza, Diciembre 2006) contiene textos de los siguientes autores (en orden alfabético): Paco Aijón, Brenda Ascoz, Enrique Cebrián, María Coduras, Ignacio Escuín, Eduardo Fariña, Patricia Figueiras, Sara G. Tejero, Fernando García Pérez, Elisa Gracia Fanlo, Octavio Gómez, Ana Gustrán Loscos, Pablo Justel, Pablo Lorente, Roberto Malo, Antonio Martín Ezpeleta, Laura Martínez Escudero, Marta Martínez Ruber, Elisa Martínez Salazar, Jorge Miranda Fuentes, Maite Noeno, Diego Palmath, Roxana Popelka, Pablo Javier Pérez López, Sonia Remiro, Andrés Seguí Barrio, Miguel Serrano Larraz, Silvia Solé, Jesús Soria Calvo, Almudena Vidorreta y Javier Viguera.

Yo participo con el relato “No hay quien entienda a las mujeres”, que fue representado por el Teatro del Temple en la Expo, en el Pabellón de Zaragoza, en Julio de 2008, con dirección de Alfonso Plou, con Jaime Ocaña, Yolanda Blanca y Coco Fernández de músico.

miércoles, 2 de marzo de 2011

RESEÑAS DE "LA LUZ DEL DIABLO" (9)

Breve reseña de “La luz del diablo” (Mira, 2008) en el número 25 de la revista Fábula:

Roberto Malo (Zaragoza, 1970) ha publicado el libro de relatos “Malos sueños” (2006) y las novelas “Maldita novela” y “La marea del despertar”, ambas en el 2007. Además, podemos encontrar más de cincuenta relatos suyos en diversas revistas, periódicos y antologías.
“La luz del diablo” recopila un total de doce relatos de distinto tono: humor, misterio, erotismo, terror. En ellos aparece, con un mayor o menor grado de incidencia en la trama o en los personajes, uno de los temas recurrentes del autor: los sueños, el mundo onírico –el gran protagonista de su novela “La marea del despertar”-. Y, una vez más, Malo pone en práctica su capacidad para pasar de escenarios habituales a otros desbordados de imaginación y mezclar personajes cotidianos con otros realmente sorprendentes.

En la fotografía, Roberto Malo en una presentación de "La luz del diablo".