Hoy, 28 de Diciembre, día de los Santos Inocentes, es costumbre publicar noticias falsas como broma o inocentada. Yo en cambio voy a poner tres noticias reales (pero que resultan increíbles) de ese gran país que es Rumanía. Ahí van (y son completamente reales, palabrita del niño Jesús):
El consejo parroquial de la iglesia Santa Parasqueva de la localidad Valea Sarii, al este de Rumanía, ha decidido imponer a los novios que viven en concubinato antes de casarse una “tasa de fornicación” que deben pagar en la boda por la iglesia.
El sacerdote Petriça Bratu, preocupado por el hecho de que los jóvenes no respetan las tradiciones cristianas, se ha propuesto reducir así el número de parejas que “viven en pecado”, según informa “Evenimentul Zilei”. “El vestido blanco de novia no tiene sentido si los jóvenes viven en la depravación. Así se menosprecia el sacramento del matrimonio”, ha señalado Bratu, tras precisar que los feligreses están de acuerdo con imponer esa tasa.
El sacerdote encontró la idea buscando en el archivo de la parroquia, donde hace más de un siglo estaba consignado que los que no frecuentaban la casa del Señor, no confesaban sus pecados o vivían en pecado, tenían que pegar un impuesto. El valor de la tasa de fornicación puede variar entre 15 euros para casos poco graves y 100 euros si la novia es llevada al altar embarazada o con el niño en brazos.
En Rumanía, un preso ha demandado a Dios, por haberlo dejado en manos del diablo. El preso argumenta que su bautismo fue un contrato entre él y Dios, quien se suponía debía mantenerlo alejado del diablo y de los problemas. En su demanda cita:
“Yo, Pavel M., actualmente encarcelado en la penitenciaría Timisoara, cumpliendo una condena de 20 años por homicidio, solicito acciones legales contra Dios, residente en el cielo, representado aquí por la iglesia ortodoxa romana, por cometer los siguientes crímenes: estafas, ocultamiento, abuso contra los intereses de la gente, aceptar sobornos y tráfico de influencias”.
La demanda ha sido cursada, pero parece ser que se desestimará, debido a que el acusado no puede personarse. ¿Pero Dios no está en todas partes?
Multitud de organizaciones no gubernamentales que luchan por los derechos de los animales hacen eco de la desfachatez de un alcalde de un pequeño pueblo en el norte de Rumanía que pretende, debido a su gran superstición por los gatos negros, eliminarlos del mapa, o al menos los gatos de la comarca donde se encuentra el pueblo.
El pueblo rumano y sus tierras tienen una extensión de más de 100.000 metros cuadrados, los cuales serán peinados por más de 300 agentes que capturarán y sacrificarán todos los gatos negros que encuentren.
El alcalde argumenta: “Hay muchos gatos de otros colores, no sé por qué se quejan las asociaciones ecologistas, yo lo que quiero es que no se me crucen los gatos negros. Además utilizaremos la carne de los gatos para alimentar a los cerdos y con su piel crearemos una línea de moda en la que participarán las mujeres del pueblo”.
3 comentarios:
Que no cuela, que hoy es el día de los inocentes.
Que estás hablando de Rumanía, no de Lepe...
Feliz año. Y que a Ana le vaya bien la cuenta atrás...
Pero esto que esssssss Rumanía será mi siguiente país a visitar... estas cosas hay que contarlas en primera persona, si no se quedan un poco cojas jeje
Como diría Obelix: "Estan locos estos...rumanos"
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