sábado, 8 de febrero de 2025

"VIVAN LOS NOMINADOS", MI COLUMNA SEMANAL EN EL PERIÓDICO DE ARAGÓN

Hay un chiste que dice: “Me encanta jugar al póker y perder”. “¿Y ganar?”. “Ganar tiene que ser la bomba, tú”. Me pasa lo mismo cuando me nominan a algún premio. Me encanta ser nominado y perder. ¿Y ganar? Ganar tiene que ser maravilloso. A ver, algunas veces he ganado algún premio literario, todo hay que decirlo, pero las veces en que un servidor ha perdido siempre superan a las que uno resulta por fin victorioso. Lo importante es que cuenten contigo, suelo pensar, que se acuerden de uno. Ciertamente, tras ser nominado, que ya es una alegría, luego el resultado es una suerte de lotería. Un año te puede caer, te dices, otro año no. Y hay que saber perder. Perder olímpicamente, vamos. Por otro lado, dicen que se aprende más de los fracasos que de las victorias. Yo he aprendido mucho entonces, algo que me llevo. Hoy sábado veré por televisión la ceremonia de los Premios Goya, como hago todos los años, es una tradición imperdible que siempre depara buenos momentos. Sin embargo, aunque la vendan como la gran fiesta del cine español, lo cierto es que solamente una quinta parte de los nominados se va finalmente con trofeo. Las galas de premios son como una boda y cuatro funerales. Tienes que dar la enhorabuena a los pocos premiados y consolar a los muchos derrotados. Otra vez será, se repite como un mantra (y a veces no hay una próxima vez, ese es el verdadero drama). Hay quien no va a la gala porque cree que no va a ganar y así se ahorra el disgusto. Hay quien no va (esto es más triste) porque te han cancelado por irte de la lengua en las entrevistas o por no borrar las barbaridades que escribiste en las redes sociales hace no tantos años. Un consejo para prevenir estos casos: intenta conceder las menos entrevistas posibles, piensa antes de hablar y piensa antes de escribir, que las palabras las carga el diablo. Hay quien no va a la gala por tener trabajo ese día (es la mejor excusa, que el trabajo es lo primero) y hay quien no va por tener la gripe (una pena, Penélope). Este año ha habido un montón de buenas películas, ha sido un gran año fílmico. Ojalá se repartieran los premios equitativamente y les tocara un trocito de gloria a cada una de esas grandes películas, aunque resulte un pensamiento ilusorio y pueril. En cualquier caso, vivan los nominados. Ganar está sobrevalorado.


"Vivan los nominados", mi columna semanal en El Periódico de Aragón de hoy sábado 8 de febrero.

Asimismo, podéis leer la columna "Vivan los nominados", de Roberto Malo, en el enlace de la web del Periódico de Aragón que pongo a continuación:


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