sábado, 15 de febrero de 2025

"LECTURA DE LABIOS", MI COLUMNA SEMANAL EN EL PERIÓDICO DE ARAGÓN

En mi sueño soy un perito en lectura de labios. La actualidad informativa se cuela en el inconsciente de muchas maneras. Y mis sueños, está visto, son muy influenciables por las noticias que nos bombardean inmisericordemente. Todos anhelamos ser expertos en algo, y en el mundo onírico yo he encontrado mi revelación. Ya sé lo que quiero ser de mayor: un perito en lectura labial, un experto en leer lo que enuncian las bocas ajenas. Suena bien, tanto si lo digo yo como si lo dice cualquier persona. Lo leo bien, vamos. Siempre he tenido una vista de águila, portentosa, así que no me extraña demasiado haber acabado en esta chocante profesión. He nacido para ello, me digo sin humildad alguna, aunque no sea sordo y pueda pecar de intrusismo. Sin embargo, ¿cómo he tardado tanto en darme cuenta? ¿Cómo no he sabido ver las señales en todos estos años pasados? Han tenido que ponerse de moda en los juicios y en las polémicas, me imagino, motivado seguramente por el ansia de saber de la gente. Nos pierde la curiosidad, nos pierde el morbo. Y he descubierto que no me va nada mal con mi curiosa especialización. Me llaman de muchos programas para que despliegue mi talento innato. Los programas de chismes no paran de consultarme. Los de fútbol, a todas horas; es un sinvivir. Muchos jugadores, muchos entrenadores, se tapan la boca, claro, para que no desvele un servidor lo que dicen, pero a mí no me la dan con queso. Hay cámaras por todas partes; la cuestión es dar con una que saque una buena toma. Leo los ojos y leo los labios. Suelen ir a juego en lo que transmiten. Ay, siempre me ha gustado leer. Fundamentalmente, libros. He sido un consumado devorador de libros. “Si me pagaran por leer…”, pensaba para mis adentros siendo un tierno infante. Pues bueno, ahora en el mundo de Morfeo me pagaban por leer personas, que también está bien. Todo sea por leer. Lo que sea: ensayos, tebeos, cuentos, novelas, labios… Las personas son como libros abiertos, y se expresan como tales. En congresos de escritores, por ejemplo, se leerían de maravilla los labios, la gente se expresaría con buenas palabras, buen vocabulario, pero lamentablemente ahí no me reclaman. Me piden que lea lo que dicen los políticos, los empresarios, los famosos. Los escritores no pintamos nada. Así que mejor me dedico a leer labios.


"Lectura de labios", mi columna semanal en El Periódico de Aragón de hoy sábado 15 de febrero.

Asimismo, podéis leer la columna "Lectura de labios", de Roberto Malo, en el enlace de la web del Periódico de Aragón que pongo a continuación:

https://www.elperiodicodearagon.com/opinion/2025/02/15/lectura-labios-114313115.html


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