La verdad,
ninguno esperábamos
ninguno esperábamos
que papá regresara.
Lo hizo
cinco años después
de habernos dejado.
La puerta gritó,
fuimos a ver quién era
y la abrimos
de par en par.
Nuestro padre
estaba detrás.
Con su mismo aspecto
de siempre.
Como si no hubieran pasado
cinco años.
Como si no hubiera muerto
hace cinco años.
Todos nos quedamos parados,
sin saber qué decir,
sin saber qué hacer.
Nuestra madre
corrió a abrazarlo
y le hizo pasar.
Nosotros también le abrazamos
y él nos besó, emocionado,
y nos echamos a llorar.
Nos sentamos a la mesa,
llenándola de nuevo,
y nos miramos.
Estuvimos hablando,
riendo sin parar, contentos
de estar juntos
de nuevo.
De ser una familia
de nuevo.
Al rato,
nuestra madre
hizo la pregunta
que todos habíamos pensado:
“Papá, ¿por qué
has regresado?”
Nuestro padre
sonrió, levemente,
y contestó:
“El Cielo
era un Infierno
sin vosotros”.
4 comentarios:
Me gusta mucho este poema, amigo Roberto. Aquí se demuestra que David Salas también puede cantar en serio Un abrazo.
Y lo leíste de maravilla, Marcos. Mil gracias por todo. Un abrazo.
me encanta!
Y ti es que te van los fantasmas, JM... Me encanta que te encante.
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