Me siento un poco ridículo con las gafas de 3D, pero lo cierto es que estoy atrapado por completo por la película. Gracias a James Cameron, el cine en pantalla grande ha recuperado su sitio perdido. Es algo mágico ver a los protagonistas casi tocándote mientras se zambullen en el lago, e incluso siento que unas gotas de agua salpican mi cabeza. ¡Qué realismo! Sin embargo, al palpar su textura pegajosa en mi cabello y girarme hacia atrás me doy cuenta de lo que ha ocurrido en verdad.
Dirán lo que quieran, pero el cine porno (aunque sea en 3D) lo veré mejor en casa la próxima vez.
Dirán lo que quieran, pero el cine porno (aunque sea en 3D) lo veré mejor en casa la próxima vez.
6 comentarios:
Es que, paradójicamente, hay cosas que son mejor en solitario...
Jajaja!
Supongo, Alfredo. Uno y su soledad, que diría el poeta.
:)
Mala suerte de efectos extremadamente realistas...
Sí, es realismo mágico (por aquello de "la magia del cine").
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