Me despisto con mucha facilidad, lo
reconozco. Como se suele decir, estoy siempre en las nubes. Sin embargo, aunque
paso mucho tiempo en ellas, lo cierto es que, incomprensiblemente, hasta hace
bien poco no sabía gran cosa sobre el proceloso tema nuboso. Era una vergonzosa
carencia que tenía, lo admito, mi poca cultura meteorológica. Afortunadamente, era
muy fácil ponerle remedio a semejante deficiencia.
Como toda la sabiduría se encuentra en los libros, me he leído uno estupendo
que acaba de salir, Observar las nubes,
escrito por Gavin Pretor-Pinney (fundador de la Sociedad de Apreciación de las
Nubes) e ilustrado primorosamente por William Grill. Y desde luego he apreciado
el libro un montón; mola mil. He aprendido muchísimas curiosidades. Por ejemplo,
los diez tipos de nubes principales. ¿Sabrías reconocerlas, querido lector?
Vamos a ver si hay suerte. Cúmulo es
una nube que se forma a baja altura en el cielo, sobre columnas de aire
invisibles. Tiene una base relativamente plana y en la parte superior unos
montículos redondeados. Estratocúmulo
es la nube más abundante del planeta, se forma sobre vastas extensiones
oceánicas. Desde la ventanilla del avión, dibuja un paisaje de valles
esponjosos. Estrato es una capa gris,
ligera y suave. Es la única nube que nos visita a ras de suelo. Entonces la
llamamos niebla. Altocúmulo es una
nube de altura media. Se suele organizar en ondas que recuerdan a un suelo
adoquinado. Altoestrato es una nube
algo sosa. Sin embargo puede brillar: al amanecer y al atardecer, este lienzo
nuboso queda cubierto de pinceladas rojas y moradas. Cirro es la nube más elevada. Mora en el territorio que surcan los
aviones. Recuerda a alborotados mechones de cabello canoso. Cirrocúmulo es el menos frecuente. Está
formado por nubecillas tan pequeñas que se asemeja a azúcar derramado. Cirrostrato es una nube silenciosa, tímida
y reservada. Apenas parece una nube, más bien un ligero emblanquecimiento del
cielo. Nimbostrato es oscura y
uniforme, sin rasgos distintivos. Es la responsable de la mala reputación que
tienen los cielos nublados, a no ser que te encante la lluvia. Y Cumulonimbo es la estrella del mundo de
las nubes. Es la más alta de todas y produce lluvias torrenciales con truenos y
relámpagos para presumir. Y hasta aquí los diez tipos más conocidos. Pero hay
muchos más. Nos vemos en las nubes.
"En las nubes", mi columna semanal en El Periódico de Aragón de hoy sábado 18 de octubre.
Asimismo, podéis leer la columna "En las nubes", de Roberto Malo, en el enlace de la web del Periódico de Aragón que pongo a continuación:
https://www.elperiodicodearagon.com/opinion/2025/10/18/nubes-122730698.html
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