El escritor y periodista Antón Castro realiza la crónica de la actuación de La Mov en el Teatro Principal en El Heraldo de Aragón:
ALGUNAS NOTAS SOBRE LA MOV Y SU MONTAJE DE STRAVINSKY
Consultamos a la salida (se llenó prácticamente el Teatro Principal, que ha visto pasar por su escenario a algunos de los mejores bailarines del mundo). Raquel Sobrino y profesora de música en el Conservatorio de Sabiñánigo valora así el montaje: “La Mov me parece maravillosa, siempre intento verles, la propuestas que hacen me atraviesan siempre, me inspiran, renuevan mi sensibilidad. Los dos ballets, muy distintos, me parecieron muy fieles a la historia y la música, casi más la segunda, por lo primitivo del asunto”, explica. “’En ‘La consagración de la primavera’ toca algo en mi que tiene que ver con lo reptiliano, y esto está muy bien conducido. ‘El pájaro de fuego’ creo que fue más plástico, más para los amantes de la danza de La Mov”, agrega.
El actor, cuentacuentos y escritor Roberto Malo confiesa y subraya: “Me pierde el ballet contemporáneo cuando está tan bien ejecutado. Las coreografías me han parecido maravillosas y los bailarines han rozado la perfección. Me ha encantado el uso de la arena en ‘La consagración de la primavera’, así como los movimientos de aves en ‘El pájaro de fuego’. Una preciosidad de ballet, intenso y original”.
El pintor y poeta Jorge Gay, que ha colaborado varias veces con La Mov y es un gran seguidor de la compañía, señala: “Las dos piezas de Stravinsky que presenta La Mov en el Teatro Principal fueron para la Historia del Arte una apuesta por la abstracción, la ruptura, por un modo nuevo de entender la danza, pero manteniendo siempre la estructura interna, el rigor formal y el compromiso con lo esencial. Eso es lo que hace La Mov en estas dos coreografías: apostar siempre por ese riesgo, por esa innovación, esa intensidad, por ese camino difícil pero esencial para seguir creciendo y creyendo en el arte”, apunta el pintor, que recordó en el descanso algunas anécdotas curiosas: vio ‘El carnicero’ en el cine Actualidades con Luis Buñuel, muy sordo, y no se atrevió a saludar “por pudor” otra vez que vio a uno de sus pintores más amados, Luis Berdejo, en el balneario de Alhama de Aragón con el crítico Francisco Oliván Baile.
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