Con manos trémulas, me bebí a pequeños sorbos el té de mezcal. El brujo tomó ceremoniosamente la taza y leyó en los posos mi destino. Como ya me temía, me informó de que tenía el gran mal, y de que en menos de un año moriría. Estoico por fuera, destrozado por dentro, encajé su vaticinio y le pagué religiosamente lo pactado.
Después decidí pedir otro té. Dadas las circunstancias, necesitaba una segunda opinión.
16 comentarios:
Muy bueno, lleno de humor e ironía!!
Un abrazo,
Nor
Y así ir probando hasta que la margarita diga sí, ¿no?...ay ¡qué manera de tirar el dinero! jeje. Muy bueno, como dice Hansel, mucho humor. Un abrazo.
Espléndido. Y si no, siempre queda la tele, una de esas señoras con pelo cardado o una de esas otras que aún se creen jóvenes, se tienen por exuberantes y llevan más metal encima que una ferretería... Estupendo en verdad.
jeje. Si con los médicos es bueno consultar dos veces, ¿por qué no con los adivinos?
Un abrazo, Norberto. Ya veo que te has montado un blog bien majo...
Hasta que salga bien, Marcos, de eso se trata...
Es que las de la tele dan cosica, Alfredo. Mucho mejor los brujos de los bares...
Es que a la primera a lo mejor no se acierta, José Miguel. Hay que insistir...
También está la opción de leerte el humo del tabaco, ooo...las hojitas del mojito ;)
Ya he visto tu galería de fotos con montones de amigos, algunos en común. Espero que un día de estos coincidamos y podamos salir en la misma foto.
Y si un día te da por prestarme un micro, Hansel te lo agradecería.
Un abrazo
Norb.
Hola, Vero. Me gusta la opción de leer las hojitas del mojito...
Hola, Norberto. Tienes razón, a ver si coincidimos en algún evento, que ya hemos coincidido en varias antologías e incluso en editorial... Y será un honor mandarte un micro, por supuesto. Cuenta con él.
Con tantos nervios mejor pedir una tila. Muy buen relato.
¿El te de mezcal es alucinógeno? Pues tú sigue pidiendo opiniones, que por lo menos lo pasarás bien ;-)
Un abrazo, Manchas de... tila.
Sí que lo es, sí. Tú sí que sabes, Joe...
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