Una preguntas de rigor a... ROBERTO MALO
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Siempre me he identificado con una cita de Flaubert: «Lleva una vida corriente y ordenada de burgués; así podrás, en tu obra, ser violento y excéntrico».
Ahora, la pregunta de rigor: ¿cómo fue que caíste en las garras de nuestros géneros y cuál de ellos te cautiva más (para leer por un lado, y para escribir por el otro)?
Descubrí la buena literatura con Poe. Luego caí rendido ante escritores como Matheson, Brown, Bradbury…, que lo mismo escribían historias de terror que de ciencia ficción, fantasía, policíacas… Y ahora caigo en que todos esos géneros me siguen cautivando un montón de años después, tanto para leer como para escribir. Así pues, no me quedo con un género en concreto; ¿por qué no mezclar todos?
¿Cuándo empezaste a escribir y por qué decidiste que era una de las cosas que querías seguir haciendo?
Empecé a escribir cuentos a los trece años. Una idea me asaltaba de pronto y no me abandonaba hasta que la plasmaba en un papel. Necesitaba escribirla, así de sencillo. Y disfrutaba haciéndolo; lo cierto es que al acabar la historia y releerla me sentía de maravilla. En el fondo, escribir es un vicio solitario… Y es muy difícil dejar los vicios.
Exactamente, ¿por qué escribes terror? ¿Qué significa para ti este género?
Clive Barker comentaba en un relato que si escuchabas cualquier conversación, el tema en el fondo siempre era el terror. Creo que el terror tiene algo que nos atrae sin remisión. Por otro lado, todos tenemos miedos, y la literatura es una forma de enfrentarnos a ellos, de comprenderlos… Y no hay placer como el terror…
¿Y qué tiene que ver contigo un género tan… duro, con un animador sociocultural que vive para entretener y hacer reír?, ¿que derrocha alegría y optimismo por los cuatro costados? ¿Cómo se come todo eso? ¿Cómo lo encajas?
Desde mi particular punto de vista, encaja perfectamente. En las animaciones del Grupo Galeón sacamos títeres de dragones, demonios, ogros, bestias terribles…, y los niños pasan miedo pero disfrutan enormemente. En el fondo, la mayoría de los cuentos populares son historias de terror. Está claro que a la gente le gusta pasar miedo (siempre y cuando sea un espectáculo, claro). Cuando montamos los monólogos de terror de NOCTE, David Jasso, Clara Laguna y un servidor descubrimos que el público se lo pasaba bomba pese a estar con el corazón en un puño. Sí, se lo pasaban en grande aunque algunas historias dieran un mal rollo tremendo.
Cuál es tu método a la hora de trabajar. ¿Cuál es tu fuente de inspiración?
Me temo que no tengo ningún método, soy bastante anárquico. Sin embargo, eso sí, intento tener muy clara la estructura de la historia, el final y el inicio, antes de ponerme a escribirla, para que luego todo encaje como en un buen puzzle. Pero eso es la teoría, claro. Luego la historia, en el fondo, te lleva por donde quiere.
¿Fuentes de inspiración? Creo que me inspiran mucho los sueños. Encuentro en ellos ideas muy divertidas.
Dinos cómo haces para que cada frase de un relato o novela tuya sea tan realista y, al mismo tiempo, casi todo lo que escribes esté tan cargado de humor.
Intento pasármelo bien escribiendo y que el lector disfrute igualmente. Por ello le doy mil vueltas a cada frase hasta que me suena de la mejor manera posible. En el camino, el humor se acaba colando. Tal vez sea una manera de ver la vida o de encarar la literatura, no sé. Sé que el humor no se valora demasiado, pero yo le concedo muchísima importancia.
¿Qué hay del sexo en la literatura, lo consideras fundamental? ¿Por qué te sale escribir sobre algo, tal vez tan complicado, de una forma tan natural y coherente?
Los dos grandes temas, como bien sabe Woody Allen, son el sexo y la muerte, y yo los abordo sin censuras, de forma natural. Sobre la muerte, todo un tema recurrente en mi obra, no me preguntan. Respecto al sexo, me interesa mucho (como a todo el mundo, supongo) y considero que si la historia lo requiere se debe mostrar sin tapujos. Conozco escritores que apenas meten sexo por el qué dirán. Yo, como soy un inconsciente, no me lo planteo.
¿Qué opinas del panorama editorial actual?
Lo veo esperanzador. Están surgiendo varias editoriales nuevas muy atrayentes, y eso siempre es bueno. Mientras haya locos que quieran editar libros, habrá escritores dispuestos a arruinarlos.
¿Y de nuestros autores?
Ahora mismo hay un montón de autores patrios que me interesan sobremanera. Por citar sólo algunos compañeros de NOCTE, sigo con devoción la obra de David Jasso, Ismael Martínez Biurrun, Emilio Bueso, Óscar Bribián, J. E. Álamo, Sergio Mars, Santiago Eximeno, Marc R. Soto…; la lista es mucho más larga, ciertamente. Que me perdonen los demás.
¿Has recibido algún premio?
En modalidad de relato he ganado bastantes premios literarios (de escasa cuantía económica, lamentablemente). Sin embargo, los dos premios que más ilusión me han hecho los recibí el año pasado por el relato “Lluvia sangrienta”: el Premio NOCTE y el Premio Ignotus.
Háblanos de tus novelas. ¿De cuál de ellas te sientes más orgulloso y de cuál menos?
“Maldita novela” es una obra de metaficción con una estructura muy original que funciona como un preciso mecanismo de relojería. “La marea del despertar” es, posiblemente, una de las mejores novelas oníricas del siglo XXI (en el siglo XX hubo varias buenas, pero en este siglo, la verdad, de momento han salido muy pocas). Y “Los guionistas” es un sano divertimento que bien podría convertirse en una película espectacular.
Si he de ser sincero, me gustan mis tres novelas por igual. Supongo que es normal; uno quiere a todos sus hijos de la misma manera. Pero si me preguntas de qué libros míos me siento más orgulloso, entonces no tengo ninguna duda: de mis libros de relatos. “Malos sueños” y “La luz del diablo” tienen en su interior muchas historias que significan mucho para mí.
Qué hay de tus personajes. ¿Están basados en personas reales? Si es así, y esas personas lo saben. ¿Qué opinan al respecto?
Todos mis personajes, ya sean hombres, mujeres, perros, niños o ratas, están basados en reencarnaciones de mí mismo. Un escritor, es natural, se tiene que servir de su pasado kármico.
Si alguna persona real se ve retratada en alguna de mis obras, es una lamentable coincidencia.
Por qué, de repente, un libro para niños. ¿Cómo surgió la idea?
Por lógica, supongo. Como animador, el infantil es mi público natural. Durante los últimos quince años, dentro del amplio repertorio del Grupo Galeón, Francisco Javier Mateos y yo hemos creado un montón de cuentos infantiles para ser representados con títeres y música. Un buen día pensamos que sería una buena idea trasladarlos al papel. Le pedimos a David Laguens, amigo y excelente artista, que ilustrará uno de ellos, “Tanga y el gran leopardo”, y el resultado ya está bellamente editado.
Proyectos de futuro.
Intentar seguir sorprendiendo al lector. Me gusta cambiar de estilo y género de un libro a otro. Confío por un lado en seguir sacando libros infantiles ilustrados y, al mismo tiempo, poder publicar libros de relatos y novelas para adultos. Que hay que contentar a todo el mundo…
Unas palabritas para NGC 3660.
Lo confieso: siempre había deseado ser entrevistado en NGC 3660; es para mí un gran honor. Mil gracias. Y mucha suerte con NGC ficción!
10 comentarios:
"Escribir es un vicio solitario", me gusta. Pues nada, que sigas siendo un vicioso, plasmando el placer del terror y mezclando todos los géneros para que no sigas proporcionando tantos buenos ratos de lectura (si es que soy un interesado...). Un abrazo!
Muy interesante. La verdad es que contar historias a niños tiene que dar un punto de vista inmejorable para entender este arte.
Es un privilegio poder "impresionar" de una manera tan positiva a un niño. Seguro que alguno de los que os han visto sale contador de historias.
Marcos, los escritores somos unos viciosos, pero los lectores también. Como debe ser.
Así es, José Miguel. Los niños de hoy son los cuentistas del mañana.
Muy buena entrevista, si señor. Un abrazo.
Gracias, Carlos. Eres grande.
Y en breve, fotos con David en Valencia...
Un abrazo.
Buena entrevista y buenos los entrevistado y entrevistadora... ¿Un vicio? ahora entiendo mi copmplejo de culpabilidad.
Me he leído, mejor dicho, bebido La Marea del Despertar. Ahora que te leo ya en novela, tras los relatos de La Luz del Diablo o del Tijeras, me quedo sorprednido de que tu estilo da para largo.
Así que espero en cualquier momento ser yo quien te cuestione sobre el Roberto escritor. ;)
Fer
Hola, Joe. El complejo de culpabilidad también lo tenemos cuando no escribimos lo que tendríamos que escribir.
Que tenemos tanto que sacar...
Hola, Fer. Eres el mejor. Ya me dirás qué tal la marea... Y me puedes cuestionar cuando quieras.
Será un placer.
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