Me tumbo de espaldas en la nieve y hago el ángel trazando arcos con los brazos y las piernas. En la nieve, mis alas se tornan rojas. Me he abierto las dos muñecas; las Navidades me deprimen.
viernes, 31 de diciembre de 2010
martes, 28 de diciembre de 2010
FOTOS DE LA PRESENTACIÓN DE "CALABAZAS EN EL TRASTERO: ZARAGOZA NEGRA"




jueves, 23 de diciembre de 2010
PONGA UN POBRE EN SU MESA
Cada Navidad, hago mi buena acción. Pongo alguno de los pobres del barrio en mi mesa. Y sinceramente, una vez cocinados, ya no huelen tan mal. Y más de uno resulta exquisito.
martes, 21 de diciembre de 2010
ANTOLOGÍAS HONRADAS CON MI PRESENCIA (27)

El próximo día 22 de diciembre, a las 19:30 horas, se presentará en el Albergue de Zaragoza (C/ Predicadores, 70) la antología Calabazas en el Trastero: Zaragoza Negra. El acto será conducido por el escritor José María Tamparillas junto a David Jasso y Juan Ángel Laguna Edroso en representación de la asociación cultural La Biblioteca Fosca y Saco de huesos ediciones. Contará asimismo con la presencia de varios autores.
Zaragoza Negra es un número especial del galardonado proyecto Calabazas en el Trastero realizado en colaboración con la Asociación Aragonesa de Escritores y Nocte, la asociación española de escritores de terror.
En este séptimo volumen de la colección se recogen trece relatos de género fosco que giran en torno a la capital aragonesa, trece visiones sobre el lado oscuro que encierra Zaragoza.
La ilustración de portada es obra de Martín de Diego Sádaba.
La antología está compuesta por los siguientes relatos (por orden alfabético):
Billete mortal (Roberto Malo)
El hombre de octubre (Blanca Libia Herrera)
El tercer sitio de Zaragoza (Rubén Serrano)
La chica del puente (David Jasso)
La invasión (Ángel Sobreviela)
La muerte ronda cerca (Marco Maldonado)
Las fauces de Zaramorta (Juan Ángel Laguna Edroso)
Presentimiento (Julio Blanco García)
Sacerdotisas para morir (Eduardo y José Antonio Prades)
Sed (Fermín Moreno González)
Seguros Alba Eterna (Victoria Trigo Bello)
Teseo y el Minotauro (Óscar Bribián)
Zaragótica (Cristina Ruberte-París)
¡Nos vemos!
lunes, 20 de diciembre de 2010
ANTOLOGÍAS HONRADAS CON MI PRESENCIA (26)

Un bello y entrañable presente navideño de NOCTE para los amantes del microterror.
Portada: José Manuel Nogales
Con relatos de los siguientes autores:
Pedro Escudero Zumel
J. E. Álamo
Santiago Eximeno
José Alberto Arias Pereira
Juan Ángel Laguna Edroso
Nuria C. Botey
Julián Sánchez
Javier Quevedo Puchal
Miguel Aguerralde
Roberto Malo
Joaquín Fernand
Juande Garduño
Rubén Serrano
Sergi Llauger
Carlos Sisí
Podéis descargarla gratuitamente en el siguiente enlace:
sábado, 18 de diciembre de 2010
"TANGA Y EL GRAN LEOPARDO" EN ÁMBITO CULTURAL
18:30 horas
Representación de "Tanga y el gran leopardo" a modo de cuentacuentos con los autores Roberto Malo, Francisco Javier Mateos y David Laguens
Sala Ámbito Cultural
El Corte Inglés (Paseo Independencia)
Zaragoza

jueves, 16 de diciembre de 2010
RESEÑAS DE "LOS GUIONISTAS" (12)


martes, 14 de diciembre de 2010
DEDICATORIAS LITERARIAS (5)
A mi padre, que nunca quiso ver estas películas. A mi madre, que las veía sólo por estar conmigo.
Terror en píldoras. Las películas episódicas de terror
domingo, 12 de diciembre de 2010
RESEÑAS DE "MALOS SUEÑOS" (8)

En su reseña, Sergio Mars menciona algunos relatos de "Malos sueños" que pongo a continuación por si interesan:
(Por cierto, hoy, 12 de diciembre, este blog cumple dos años de existencia. Me voy a celebrarlo...).
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martes, 7 de diciembre de 2010
NO SOY TAN MALO COMO CREÍA
El semáforo en rojo del cruce me alertó de que ya no era momento de pasar y detuve mi caminar. Como buen peatón sabía que las bestias sobre ruedas se abalanzarían sobre mí, dispuestas a cazarme y darme muerte, si yo cometía la insensatez de intentar cruzar en rojo. Sí, a los vehículos les encantaba cazar peatones, era su deporte favorito; en los rostros de los conductores había siempre una expresión de alerta, una mirada de cazador, siniestra, amenazante. Pero yo no me iba a dejar cazar, no; no era tonto. Nunca cruzaba estando en rojo; siempre en verde. Incluso si estaba rojo y no se veía ningún vehículo a la vista, tampoco cruzaba. Me era imposible. No sabría cómo explicarlo, pero sentía que, si cruzaba en rojo, un vehículo invisible aparecería como salido de la nada, como esperando mi error para cazarme y matarme. Pero yo no le iba a dar ese gusto; no le iba a dar ninguna opción.
Mientras pensaba esto, un ciego bajito y de pelo canoso llegó lentamente a mi lado, resonando su bastón blanco en la acera. Al igual que yo, se disponía a cruzar. Al verlo decidí hacer mi buena obra del día; hacía mucho tiempo que no hacía ninguna.
“¿Le ayudo a cruzar?”, le dije.
“Si no es ninguna molestia...”, susurró el ciego.
“No, no es ninguna molestia”, atajé, y lo cogí con fuerza de los dos brazos, tirando ferozmente de él; le hice perder el equilibrio y lo lancé con violencia al carril de los coches.
El ciego cayó como un fardo sobre el asfalto, gritando con horror y volando por los aires sus gafas negras. Lo vio al instante un conductor avispado y se lanzó sobre él a toda velocidad, embistiéndolo duramente y haciéndole saltar por los aires.
“¡Muchas gracias!”, me agradeció el conductor mientras se alejaba sonriente, dejando tras de sí el cuerpo deshecho del ciego.
“De nada”, asentí, sintiéndome de maravilla.
Mientras pensaba esto, un ciego bajito y de pelo canoso llegó lentamente a mi lado, resonando su bastón blanco en la acera. Al igual que yo, se disponía a cruzar. Al verlo decidí hacer mi buena obra del día; hacía mucho tiempo que no hacía ninguna.
“¿Le ayudo a cruzar?”, le dije.
“Si no es ninguna molestia...”, susurró el ciego.
“No, no es ninguna molestia”, atajé, y lo cogí con fuerza de los dos brazos, tirando ferozmente de él; le hice perder el equilibrio y lo lancé con violencia al carril de los coches.
El ciego cayó como un fardo sobre el asfalto, gritando con horror y volando por los aires sus gafas negras. Lo vio al instante un conductor avispado y se lanzó sobre él a toda velocidad, embistiéndolo duramente y haciéndole saltar por los aires.
“¡Muchas gracias!”, me agradeció el conductor mientras se alejaba sonriente, dejando tras de sí el cuerpo deshecho del ciego.
“De nada”, asentí, sintiéndome de maravilla.
jueves, 2 de diciembre de 2010
ANTOLOGÍAS HONRADAS CON MI PRESENCIA (25)

La antología “Microvisions” (Montcada Comunicació, 2005) incluye los siguientes relatos:
Parpadeo, de Luis Berastain
Tres, de Laia Manrique
L´ocell de foc, de Albert García Elena
Papers reciclats, de Judit Pujadó Puigdomènech
¿Borrado?, de Nuria Gas de Cid
Emmirallament, de Ramón Gómez Molina
Les finestres passant, de Adriá Pujol Cruells
Silencio, de Francisco García Real
Manchas en el lavabo, de Dirley Hernández Caro
El koala de mi armario, de Ginés S. Cutillas
El mirall, de Ramón Juliá Arnau
Coma, de Marc Masó Crusellas
Pecat mortal, de Marc Illan i Mata
L´espera, de Jaume Aregall i Miñarro
La sombra del anarquista, de Raúl Muñoz Jiménez
Agorafòbia, de Glòria Monitor Nogués
Casa de nines, de Anna Planas i Roca
La astuta hermanastra, de Roberto Malo
El pare, de Marc García Lloan
La parada del autobús, de Carme Deltell
Atrapada, de Mercè Ortega Rubio
Els ullets, de Elisa Riera Capdevila
La petició, de Ramon Ruidor
Sola, Soledad, de Rafael Vivas Sánchez
Una nit al cine, de Miquel Palomero Almela & Antoni Albalat Salanova
La memòria del vent, de Patrícia Boldú Ibars
La fotografía, de Eugenio Barragán Fuentes
Desaparegut, de Ramón Ferreres Castell
El client, de Francesc Cutchet i Domènec
El mestre, de Xavier Valeri
lunes, 29 de noviembre de 2010
RELATO EN BLANCO Y NEGRO
A través de un camino de baldosas blancas y negras, el rey negro galopaba a lomos de su fiel corcel negro con la mirada fija en la gran torre blanca que coronaba el paisaje. Se acercó veloz hasta ella y desmontó del caballo con presteza. Sirviéndose de los salientes de las rocas que la configuraban, se lanzó a escalar la torre. Pronto llegó a la terraza, donde se encontraba la reina blanca, de pie y de espaldas a él.
-Amada mía –susurró el rey.
-Oh, amor mío –dijo ella, volviéndose hacia él.
Corrieron el uno hacia el otro y se abrazaron apasionadamente. Se besaron con fervor, como amantes desesperados.
-Te quiero, te quiero con toda mi alma –dijo él.
-Oh..., esto tiene que terminar –dijo ella de pronto, apartándolo-. No podemos seguir así. Mi esposo, el rey blanco, nos sorprenderá algún día, y ya sabes lo que eso significaría: la guerra.
-Sí, lo sé, pero no puedo evitar que...
-Elige –atajó ella-: la paz o yo.
El rey negro la miró tristemente.
-No me extraña que haya tantas guerras en el mundo –se dijo-. Ya sabes que yo amo la paz, y que lo último que haría en este mundo sería provocar una guerra... Me pones en una situación muy difícil.
-Lo sé –asintió ella-. Y lo siento.
El rey negro la miró fijamente, con los ojos a punto de llorar.
-Vete –dijo ella-. Debe ser así.
-Sí... –asintió él.
Se abrazaron, por última vez. Se miraron, por última vez.
Después, el rey negro dio media vuelta y empezó a bajar por la piel de la torre. Pronto llegó al suelo. Allí le esperaba su caballo negro.
-Te tengo que dejar –le dijo mientras le daba unas palmaditas en la grupa. Le acarició la crin cariñosamente, como quien acaricia algo por última vez, y se alejó de él.
El rey negro no quería provocar una sangrienta guerra; no quería que nadie tuviera que morir por su culpa. Sin embargo, tampoco podía vivir sin su amada, la reina blanca. Así pues, sólo podía hacer una cosa.
Corrió hasta el extremo del tablero y saltó al vacío.
-Amada mía –susurró el rey.
-Oh, amor mío –dijo ella, volviéndose hacia él.
Corrieron el uno hacia el otro y se abrazaron apasionadamente. Se besaron con fervor, como amantes desesperados.
-Te quiero, te quiero con toda mi alma –dijo él.
-Oh..., esto tiene que terminar –dijo ella de pronto, apartándolo-. No podemos seguir así. Mi esposo, el rey blanco, nos sorprenderá algún día, y ya sabes lo que eso significaría: la guerra.
-Sí, lo sé, pero no puedo evitar que...
-Elige –atajó ella-: la paz o yo.
El rey negro la miró tristemente.
-No me extraña que haya tantas guerras en el mundo –se dijo-. Ya sabes que yo amo la paz, y que lo último que haría en este mundo sería provocar una guerra... Me pones en una situación muy difícil.
-Lo sé –asintió ella-. Y lo siento.
El rey negro la miró fijamente, con los ojos a punto de llorar.
-Vete –dijo ella-. Debe ser así.
-Sí... –asintió él.
Se abrazaron, por última vez. Se miraron, por última vez.
Después, el rey negro dio media vuelta y empezó a bajar por la piel de la torre. Pronto llegó al suelo. Allí le esperaba su caballo negro.
-Te tengo que dejar –le dijo mientras le daba unas palmaditas en la grupa. Le acarició la crin cariñosamente, como quien acaricia algo por última vez, y se alejó de él.
El rey negro no quería provocar una sangrienta guerra; no quería que nadie tuviera que morir por su culpa. Sin embargo, tampoco podía vivir sin su amada, la reina blanca. Así pues, sólo podía hacer una cosa.
Corrió hasta el extremo del tablero y saltó al vacío.

(Ilustración de Chema Lera que realizó para este relato cuando se publicó en El cronista de la red.)
jueves, 25 de noviembre de 2010
RESEÑAS DE "TANGA Y EL GRAN LEOPARDO" (11)
Sergio Mateos reseña con mucha gracia "Tanga y el gran leopardo" (Comanegra, 2009) en Nueva Massalia. Pongo el enlace a continuación:
http://nuevamassalia.blogspot.com/2010/10/leyenda-viva.html







lunes, 22 de noviembre de 2010
DAVID MALO HA NACIDO
María Malo ya tiene un hermanito. Según informa "Ecos de Sociedad", David Malo Alfaro ha nacido el lunes 22 de Noviembre a las 15:00 horas. Sus padres, Roberto Malo y Ana Alfaro, se encuentran bien, gracias.
domingo, 21 de noviembre de 2010
GALEÓN EN LA BIBLIOTECA DE ARAGÓN

Viernes 26 de Noviembre
18:30 horas
CUENTACUENTOS DEL GRUPO GALEÓN


viernes, 19 de noviembre de 2010
RESEÑAS DE "LA MAREA DEL DESPERTAR" (9)


(Por cierto, esta entrada es la número 300 del blog. Me voy a celebrarlo...).
martes, 16 de noviembre de 2010
ANTOLOGÍAS HONRADAS CON MI PRESENCIA (24)

Podéis descargarla desde http://www.revistapulp.com/
domingo, 14 de noviembre de 2010
EN LA LIBRERÍA "OLÉ TUS LIBROS"
12:00 horas
Cuentacuentos "Tanga y el gran leopardo"
por Roberto Malo y David Laguens
en la librería "Olé tus libros"
C/Miguel Servet, 13
50002 Zaragoza

jueves, 11 de noviembre de 2010
HOY
Hoy, 16 de enero, mientras intentaba formar un puzzle de cuarenta mil piezas que me regalaron, he sentido que pensabas en mí. He sentido que gritabas mi nombre. He sentido que me llamabas con todas tus fuerzas. He sentido tu voz, tu desesperación, tu deseo... Sin embargo, no me he atrevido a ir a verte.
Hoy, 25 de enero, todavía no he acabado el puzzle de cuarenta mil piezas que me regalaron. Creo que me costará mucho. El problema no es que sean muchas piezas, sino que las piezas cambian continuamente de forma, como si tuvieran vida propia, como si fueran de plastilina; se burlan de mí y por mucho que lo intento nunca encajan. Asimismo, he vuelto a sentir que pensabas en mí. Y me he alegrado mucho. Yo también pienso en ti.
Hoy, 4 de febrero, he tirado el puzzle de cuarenta mil piezas por la ventana. Los niños de la calle se han alegrado mucho. También he vuelto a pensar en ti. Creo que voy a ir a verte pronto.
Hoy, 12 de febrero, mientras leía por octava vez un cuento de un escritor ya fallecido, he sentido que sonreías. Al sentirlo, yo he sonreído también. Tu sonrisa me hace feliz.
Hoy, 16 de febrero, he leído por décimo novena vez el cuento del escritor ya fallecido. Creo que me estoy enamorando del cuento. No hago más que leerlo una y otra vez, una y otra vez. Al leerlo, ¿sabes?, pienso en ti.
Hoy, 23 de febrero, mientras veía una película que vimos juntos, una de las primeras que vimos juntos, he comenzado a llorar. Te echo mucho de menos.
Hoy, 3 de marzo, todavía sigo llorando. No consigo parar. Estoy adelgazando terriblemente. Te sigo echando mucho de menos.
Hoy, 6 de marzo, he acudido a un curandero para que me cure de mi llanto. Me ha dicho que mi caso es pan comido para él. Por descontado, te sigo echando mucho de menos.
Hoy, 25 de enero, todavía no he acabado el puzzle de cuarenta mil piezas que me regalaron. Creo que me costará mucho. El problema no es que sean muchas piezas, sino que las piezas cambian continuamente de forma, como si tuvieran vida propia, como si fueran de plastilina; se burlan de mí y por mucho que lo intento nunca encajan. Asimismo, he vuelto a sentir que pensabas en mí. Y me he alegrado mucho. Yo también pienso en ti.
Hoy, 4 de febrero, he tirado el puzzle de cuarenta mil piezas por la ventana. Los niños de la calle se han alegrado mucho. También he vuelto a pensar en ti. Creo que voy a ir a verte pronto.
Hoy, 12 de febrero, mientras leía por octava vez un cuento de un escritor ya fallecido, he sentido que sonreías. Al sentirlo, yo he sonreído también. Tu sonrisa me hace feliz.
Hoy, 16 de febrero, he leído por décimo novena vez el cuento del escritor ya fallecido. Creo que me estoy enamorando del cuento. No hago más que leerlo una y otra vez, una y otra vez. Al leerlo, ¿sabes?, pienso en ti.
Hoy, 23 de febrero, mientras veía una película que vimos juntos, una de las primeras que vimos juntos, he comenzado a llorar. Te echo mucho de menos.
Hoy, 3 de marzo, todavía sigo llorando. No consigo parar. Estoy adelgazando terriblemente. Te sigo echando mucho de menos.
Hoy, 6 de marzo, he acudido a un curandero para que me cure de mi llanto. Me ha dicho que mi caso es pan comido para él. Por descontado, te sigo echando mucho de menos.
Hoy, 7 de marzo, he dejado de llorar. Las hierbas y los bebedizos del curandero han dado resultado, pero te sigo echando muchísimo de menos.
Hoy, 8 de marzo, estoy empezando a notar los efectos secundarios de mi cura. Todo mi cuerpo, tanto a lo alto como a lo ancho, está aumentando de tamaño. Estoy creciendo, me estoy transformando en un gigante; soy el increíble hombre creciente. Mi corazón, como todo, está creciendo, y con él aumentan mis deseos de verte.
Hoy, 9 de marzo, le he dado una paliza al curandero y le he obligado a devolverme a mi tamaño original. El muy desgraciado, afortunadamente, lo ha conseguido. Aunque mi corazón ha vuelto al tamaño original, mis deseos de verte no han disminuido.
Hoy, 10 de marzo, sin poder soportarlo más, he ido a verte a tu casa. Al abrirme, me has sonreído. Hoy, por fin, es hoy.
lunes, 8 de noviembre de 2010
FOTOS DEL LITER IMAGINARIUS

http://www.diariodelatoaragon.es/NoticiasDetalle.aspx?Id=657405
Veamos algunas fotos (reguleras, lo siento) de estos tres días:










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