sábado, 13 de septiembre de 2025

"LOS GATOS DE BLANCA BK", MI COLUMNA SEMANAL EN EL PERIÓDICO DE ARAGÓN

A la ilustradora Blanca Bk le encantan los gatos. Y le encanta dibujar gatos. Lo descubrí en el primer libro que saqué con ella en la editorial Edebé, El rey que no podía dejar de estornudar.  En la portada y en cinco ilustraciones interiores aparecían gatos acompañando a los diversos personajes del cuento. Por supuesto, en el texto no aparecía ningún gato. Quedaban la mar de bien, por descontado, y nadie protestó por el hecho de que figurasen dichos simpáticos felinos en el libro. Los gatos gustan a todo el mundo, esto es así. En mi segundo libro con Blanca Bk, Las Fiestas del Pilar (La Galera), también aparecían gatos aunque en el texto no se les nombrara para nada, lo cual no me extrañó en absoluto. Dibujar gatos es su sello autoral, no lo puede evitar. De hecho, yo mismo dedicaba el libro dibujando un gatete con cachirulo como homenaje a ella, intentando (sin conseguirlo) copiar su estilo y su talento. Para el tercer libro se lo puse más difícil. Se trataba de un libro de dinosaurios, Lex, el Tiranosaurio Rex (Pregunta). ¿Cómo meter gatos en un libro ambientado en el Cretácico? Pero Blanca Bk no se arredró. Me pasó un boceto de una prueba para la portada del libro en la que aparecían un montón de dinosaurios. Y entre ellos, se distinguía un Dientes de sable. Había colado un felino en un cuento donde no podía aparecer, de ninguna manera. “A ver, el libro transcurre en el Cretácico, lo siento pero creo que puede chirriar un poco que salga un Dientes de sable”, argumenté, “Los críos nos pondrían a caldo, que entienden un montón de dinosaurios. Todo el mundo nos va a hacer ver que eso es un error. Pero bueno, pásaselo a los editores a ver qué te dicen”, concluí lavándome las manos. Por supuesto, los editores le dijeron lo mismo, que el Dientes de sable (que desde luego no aparecía en el texto) no podía aparecer en el libro. “Ok, lo quito, no hay problema”, asintió Blanca con dolor de corazón. Pero no se rindió. Consiguió colar un gato de peluche como mascota del tiranosaurio protagonista, cuando éste acaba de nacer, cuando acaba de salir del huevo. Aparece ya en la primera ilustración del libro, una ilustración preciosa, divertida y cuqui con la que nos desvelaba a las claras cómo mantenía su sello autoral pese a la temática adversa. La ilustradora se salió con la suya, una vez más. Blanca Bk siempre se lleva el gato al agua.


"Los gatos de Blanca Bk", mi columna semanal en El Periódico de Aragón de hoy sábado 13 de septiembre.

Asimismo, podéis leer la columna "Los gatos de Blanca Bk", de Roberto Malo, en el enlace de la web del Periódico de Aragón que pongo a continuación:

https://www.elperiodicodearagon.com/opinion/2025/09/13/gatos-blanca-bk-121509965.html


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