Me ha salido un título que parece de
película porno. Pido perdón de antemano. Tal vez inconscientemente me ha venido
así al pensar en X (lo que era Twitter hasta hace poco, vamos), red
social de la que mucha gente está huyendo. Y yo permanezco, inmutable. ¿Por
qué? Me cuesta irme. Libremente no me veo yéndome de ningún lado. A mí que me
echen, suelo argumentar. En el caso de X,
paso como mucho un minuto al día (lo que me cuesta copiar algún post con enlace
a mi blog —el formato estrella— e irme pitando de allí). Si apenas pierdo
tiempo en esa red, ¿para qué perder tiempo yéndome? Mal que me pese, soy un
esclavo de la promoción, y tengo que estar en las redes sociales. Ya sé cómo
son las redes, por supuesto, si no fuera escritor y cuentacuentos no estaría en
ninguna. Al que le sobra el dinero y el trabajo se puede permitir no estar en
las redes (no es mi caso, evidentemente). Por descontado, solamente meto cosas
de mis libros y actividades de animación, y es una manera como cualquier otra
de darte a conocer y conseguir encargos y propuestas de trabajo. Si no he
abandonado todavía el blog, como para dejar Facebook,
Instagram o Twitter estoy… Lo mío es resistir, contra viento y marea. Ahora hay
mucho tiquismiquis, en cualquier caso. Como decían Faemino y Cansado el otro
día en su actuación en la Sala Mozart: “¿Es aquí el club de tiquismiquis?”.
“¡Asociación, hostias!”. Yo pertenezco a varias asociaciones. Por A o por B me
apunté, y ahora sigo en ellas, sin saber o querer irme de ninguna. “¿Por qué
perteneces a tal asociación? ¿Por qué no te sales?”, me preguntan a veces. Hombre,
da pereza tener que darme de baja. Siempre habrá razones para dejarlas,
supongo, pero me asaltan ciertos reparos. Una vez he dado el paso de entrar, me
cuesta salir. Prefiero quedarme, a ver si me voy a perder algo, se me ocurre
pensar. Me cuesta irme, ya digo, en general.
"Me cuesta irme", mi columna semanal en El Periódico de Aragón de hoy jueves 28 de noviembre.
Es que no te puedes ir... Abrazos!
ResponderEliminarYa te digo. Un abrazo, compañero.
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