Sin ideas: Cuando me quedo sin ideas
para la columna, me relaja mucho ir a ver exposiciones. Saltar de cuadro en
cuadro, de escultura en escultura, de fotografía en fotografía, buscando la inspiración
perdida. Y me asalta la idea de estructurar una columna como una breve
exposición, con sus diversas obras y con sus títulos correspondientes (o sin
títulos, que también es un recurso muy socorrido en los artistas vagos y sin
imaginación).
Sin título: A tu lado todo me parece
fácil, las horas vuelan y el mundo gira en paz. Contigo me encuentro seguro, feliz,
sin preocupaciones. Sin embargo, cuando te vas, me siento abandonado, absurdo, inútil,
como un traje sin dueño, como un castillo sin princesa, como un dragón sin
fuego, como un conde sin título.
Sin ti (leyendo en tu ausencia): Un muchacho y su perro me saludan pero
yo quiero que me saludes tú. Novecientas
abuelas me besan pero yo quiero que me beses tú. Soy El hombre demolido sin ti. Muero por dentro sin ti. Las voces del tiempo me traen tu
nombre pero El barrendero de sonidos
se lo lleva. Mi vida es un Universo de
locos sin ti. Soy leyenda sin ti.
Sin cobertura: Me gustaría llamarte,
hablarte desde el corazón, pero me encuentro sin wifi, maldición. Necesitaría
comunicarte lo mucho que te quiero, con infinita dulzura, pero nada, sigo sin
cobertura.
Sin identidad: Me dieron un boli y me
hicieron sentar. Se acercó un poli y me empezó a preguntar. Me preguntó mi
nombre, mi dirección, si era un hombre y mi profesión. Y yo me quedé en blanco,
sin saber responder. Oiga, le seré franco: necesito el carnet. Pero me
suspendieron, sin ningún tipo de piedad, y no me dieron el carnet de identidad.
Sin filtro: A las peras de la frutera
se me va la vista aunque no quiera. Soy un poeta. Un poeta sin filtro.
Sin sentido: A veces pienso que
escribir no tiene ningún sentido. Supongo que por eso escribo.
"Breve exposición", mi columna semanal en El Periódico de Aragón de hoy jueves 14 de noviembre.
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