Acabé
de comer y me di cuenta de que no me quedaba nada de fruta. Le dije a mi gran
espejo: “Dame dos peras, anda”. Al momento, dos peras salieron despedidas de la
superficie de cristal, estrellándose contra mi pecho. El espejo no controlaba
mucho su fuerza. “No te cuesta mucho decir gracias”, apuntó el espejo,
visiblemente enfadado. “Déjate de tonterías”, gruñí. “Podrías ser más educado”,
siguió la lámina cristalina. “Soy muy educado”, repliqué tras eructar. “¿Ves?
Eres grosero, basto, desagradecido... Eres un cerdo... Siempre me estás
pidiendo mujeres para llevártelas a la cama”. “Pero te dejo mirar”, le sonreí.
“No sé cómo sigo contigo... Creo que me voy a buscar otro dueño...”. “Siempre
dices lo mismo”, resoplé, “Estoy cansado de tus lamentos”. “Yo sí que lamento
haberte conocido. Pero te lo advierto: te voy a dejar”, me amenazó el espejo.
Sonreí y me tumbé en la cama. “Bueno, me apetece una mujer”, le hice saber, “Saca
una que esté bien buena”. “¿Por qué no te la vas a buscar a la calle como todo
el mundo?”. “Venga, venga”, sonreí, “Ya sabes lo vago que soy”. “Además, hoy ya
te has acostado con dos. No hace ni una hora que la última ha vuelto dentro de
mí”. “Acabo de comer”, señalé, “Ya he repuesto energía”. “¿Y por qué no te
echas una siesta?”. “Venga, saca una mujer de una vez”, mascullé. “Está
bien...”, cedió el espejo. Al momento, salió una mujer desnuda de pelo negro y
dulce sonrisa. Era preciosa. Como todas las que proporcionaba el espejo. La
observé maravillado. Ella fue sensualmente hasta mí. Al llegar al lecho, la
mujer levantó la mano derecha en un rápido movimiento, y no me di cuenta de que
en ella llevaba un cuchillo hasta que me lo clavó en el pecho. Atónito,
mientras mi vida se apagaba, la mujer le dijo al espejo: “Gracias por darme esta
oportunidad. Prometo que seré para ti una buena dueña”. El espejo asintió y le
dijo: “Espero que así sea, por tu bien”.
"Pidiendo peras al espejo", mi columna semanal en El Periódico de Aragón de hoy jueves 24 de octubre.
https://www.elperiodicodearagon.com/opinion/2024/10/24/pidiendo-peras-espejo-110182860.html
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