El escritor David Jasso reseña "La sonrisa del león" (Dissident Tales, 2015) junto a "Campo rojo" (Candaya, 2015), "Alma y el poeta" (Dissident Tales, 2015) y "Revival" (Comuniter, 2015) en el Facebook:
Me
he dado cuenta de que últimamente he leído a varios autores zaragozanos.
Casualidades de la vida. Y todos ellos son muy recomendables, mira qué cosas.
"Campo
rojo" de Ángel Gracia ha
resultado toda una sorpresa, un libro estremecedor y muy realista. Me ha
encantado su tono y la forma de narrar del autor. Al leerlo conectas por
completo con los personajes y te hace viajar al pasado. El final es
perturbadoramente oscuro, es el desenlace más adecuado para una historia más
dura de lo que podría parecer. Transcurre en
Zaragoza. Lo mejor: el retrato del mundo infantil, tan cruel y desgarrador. Me
quedo con: el gafarras (y le regalo un paquete de Cheiws).
"Alma
y el poeta" de José María Tamparillas Romero es una historia de terror de las que
escuece. El autor domina la atmósfera y el tempo para configurar una historia
repleta de sombras (y de lo que podrían ocultar). Barrios bajos y personajes
intensos, algunos verdaderamente amenazadores. Transcurre en Zaragoza. Lo
mejor: la voz del narrador, repleta de poesía y fuerza. Me quedo con: el gato
(para grabarle un vídeo y colgarlo en Youtube).
"Revival"
de Octavio Gomez Milian. Es el cierre de una
etapa del autor como relatista y articulista. Un libro diferente por su
concepto y contenido. Repleto de vivencias y recuerdos que tienen la capacidad
de hacerte conectar con el pasado. Tiene en común con "Campo rojo"
que retrotrae a tiempos pretéritos de nuestra ciudad. La mayor parte de los
relatos transcurren en Zaragoza (o cerca). Lo mejor: la banda sonora que
inevitablemente resuena en la cabeza del lector, cada uno se monta la suya. Me
quedo con: lo sincopado del texto (y algunas frases que son verdaderos
chispazos).
"La
sonrisa del león" de Roberto Malo Galve. Son relatos breves de todo
tipo y pelaje, unos te hacen sonreír y otros te hielan la sonrisa. Los hay
ligeros e inesperadamente intensos. Una muestra del estilo más puro e intenso
de este cuentista que domina los relatos como nadie. Ideal para descubrirle si
todavía no le conoces. Seguro que la mayor parte de los relatos podrían
transcurrir en Zaragoza. Lo mejor: la gran variedad de textos y el sabor
agridulce que dejan algunos relatos. Me quedo con: el propio Malo (y que se
pague una caña).
Enhorabuena, Roberto.
ResponderEliminarGracias, Ginés. Lo cierto es que este libro me está dando muchas alegrías.
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