domingo, 26 de enero de 2014

ZAPATOS DESGASTADOS





Cuando la vida cae sobre mí
con sus espadas ensangrentadas
no puedo por menos que pensar
en todo aquello que nos une
y nos separa a la vez
cada día más.


Me gustaría ser mejor para ti
pero soy sólo lo que soy:
un miserable, un canalla,
a ratos un bandido,
un asaltador.
Nada mejor.


Y tú te mereces un príncipe
pero sin las tinieblas que me rodean,
sin mis manos negras
cubiertas de sangre ajena,
sin mis zapatos desgastados
por el hambre.


8 comentarios:

  1. es una poesía hermosa y desnuda. Lástima que no sea una mujer...

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  2. Hermoso poema, Roberto. Aquí David Salas sí que se desnuda. Me gusta. Abrazos, amigo.

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  3. Uf, a día de hoy, merecerse un príncipe no sé si es un halago... Dime, ¿ese príncipe va con hermana o con cuñado o en solitario...?

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  4. David Salas es todo un romántico, Marcos. Un abrazo.

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  5. Pues sí, Alfredo, se nota que esto lo escribí hace mucho tiempo, cuando los príncipes todavía tenían buena fama. Ay, cómo están los tiempos...

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  6. Es sobrio, impacta, es provocativo. Confesional entre imágenes precisas. Nada mejor. Un saludo.

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  7. Pues sí, nada mejor que unos buenos comentarios. Un abrazo, Ginés.

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