martes, 19 de noviembre de 2013

LA MODELO




Me aplastó
con su mirada.


Me ensombreció
con su desprecio.


Años después,
me pidió un autógrafo.


Intenté aplastarla
con mi mirada.


Intenté ensombrecerla
con mi desprecio.


Le firmé el autógrafo.
Soy un blando.



12 comentarios:

  1. Blando, sí, ya... A saber qué querías a cambio del autógrafo, ladrón...

    ResponderEliminar
  2. A veces nos descubrimos no tanto por nuestros pensamientos sino por nuestras obras. Delicioso, felicidades.

    ResponderEliminar
  3. Que sí, Alfredo, que sí, que soy un blando...

    ResponderEliminar
  4. Así es, Marcos, la mujeres pueden con todo...

    ResponderEliminar
  5. Las obras nos definen, Ginés, claro que sí.

    ResponderEliminar
  6. Curioso texto, así es el amor nos arrasa, se va y cuando regresa y le tenemos preparado un trago de su propio chocolate...sigue siendo irresistible.

    Saludos, y un placer.

    ResponderEliminar
  7. Hombre, un abrazo, Sergio. Gracias por pasarte.

    ResponderEliminar