Creo que no nací loco
pero me volví enseguida.
Este mundo está loco
y una locura es la vida.
Me empecé a ir de la azotea
y me convertí en un demente
en cuanto noté mi cabeza
y sentí mi mente.
No llevo un sombrero de Napoleón;
estoy tan loco que no lo necesito.
No veo bien proclamar mi sinrazón
aunque no sea un delito
pues sé que todos los hombres están locos
y sé que el mundo es una locura
pero a veces, sufro ataques de cordura
pero a veces, sufro ataques de cordura
y pienso que el mundo no tiene sentido
y pienso que la vida no tiene sentido
si tú, amor, no estás conmigo.
Poética de la locura, sinónimo de palabra, párrafo y hermosura. Lo mio es la prosa, lo siento, pero me ha gustado. Un saludo.
ResponderEliminar¡Viva la locura! Un saludo, Ginés.
ResponderEliminarMuy bonito el final de la canción, Roberto. Habrá que alejarse de la cordura, pues parece que la locura es más saludable. Abrazos.
ResponderEliminarLa locura creativa está muy bien, por ejemplo. Un abrazo, Marcos.
ResponderEliminarY el que diga que no está loco...
ResponderEliminar...que arroje la primera camisa de fuerza.
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