Mi máquina de escribir agoniza. Se muere sin remedio mientras tecleo estas líneas. El tiempo –ese maldito cabrón- la ha envenenado. Creo que ya no le queda much
Cuando he visto la fotografía me he asustaod bastante. En fin, espero que sólo sea un relato y que tu máquina de escribir siga dándonos tantos buenos ratos...
Hola, Marcos. Solamente es un relato, tranquilo. Más que moribunda la tengo abandonada. Me costó bastante dejarla por el ordenador; de alguna manera, le debía una despedida.
Yo nunca tuve máquina de escribir. Aprendí en una de ellas (al final de la E.G.B., qué lejos queda) pero, siempre me han resultado muy interesantes. Consérvala...
Cuando he visto la fotografía me he asustaod bastante. En fin, espero que sólo sea un relato y que tu máquina de escribir siga dándonos tantos buenos ratos...
ResponderEliminarLas máquinas murieron hace tiempo. Una pena. No queda sitio para los románticos...
ResponderEliminarHola, Marcos. Solamente es un relato, tranquilo. Más que moribunda la tengo abandonada. Me costó bastante dejarla por el ordenador; de alguna manera, le debía una despedida.
ResponderEliminarAsí es, Claudio, el ordenador mató a la estrella de la máquina de escribir.
ResponderEliminar¡Siempre tan ocurrente!
ResponderEliminarHola, Joe. Ocurrente es mi segundo apellido. Pero se me conoce más por el primero, me temo.
ResponderEliminarMe temo que ya es un consejo tardío, pero no hubiera estado de más intentar hacerle el boca-tecla...
ResponderEliminarYo nunca tuve máquina de escribir. Aprendí en una de ellas (al final de la E.G.B., qué lejos queda) pero, siempre me han resultado muy interesantes. Consérvala...
ResponderEliminarLo intenté, Alfredo, lo intenté. Por mí máquina lo que haga falta...
ResponderEliminarHola, Amaya, la conservo, pero la uso ya muy poco, la verdad.
ResponderEliminarA lo mejor solo hay que cambiarle la cinta! ¿Se dice así? ¿Aún se conseguirán?
ResponderEliminar¿Y no te mola seguir a máquina? Bueno, es menos práctico que el ordenador, pero sí tiene más rollito.
ResponderEliminarSí, Vero, todavía se pueden conseguir cintas (pero no creo que por mucho tiempo, vaya).
ResponderEliminarEs cierto, José Miguel, escribir a máquina mola, pero la gente se me descojonaba cuando la veía (ahora la tengo algo escondida, qué remedio).
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