Hombre, Manchas, vendería los derechos solamente si me dejaran realizar la adaptación. Que ya sabes cómo son estas cosas, que luego te cambian la historia por completo.
Hola, Marcos. Este cuento se publicó en la antología "Tripulantes" (Eclipsados, 2007). Recuerdo que cierto escritor me comentó muy seriamente que era lo mejor que había escrito yo nunca. Todavía no sé cómo tomármelo...
El relato me ha impactado, Roberto; tanto, que me ha dejado graves secuelas: ahora me acompaña, cual compañera ineluctable, una sensación de oscuro vacío que no acierto a llenar de ninguna manera...
Muy bueno, especialmente la conversación entre el elefante con calcetines y Sánchez Dragó. Eso sí, el final ha quedado demasiado abierto.
ResponderEliminarQué transparencia, oye.
ResponderEliminarEl final algo previsible, ¿no? :P
ResponderEliminarjeje, ya puestos yo tengo una novela invisible que es una obra maestra.
ResponderEliminarHola, Alfredo, sabía que te gustaría.
ResponderEliminarSí, Raúl, he dejado el cuento muy pulido.
ResponderEliminarEl final, Claudio, es cierto, se veía venir, pero me parecía el más acertado.
ResponderEliminarHola, José Miguel, lo de la novela lo había pensado, pero me parecía un exceso colgar una novela en el blog.
ResponderEliminar¿Para cuando la película basada en este relato?
ResponderEliminarHombre, Manchas, vendería los derechos solamente si me dejaran realizar la adaptación. Que ya sabes cómo son estas cosas, que luego te cambian la historia por completo.
ResponderEliminarOiga... estupendo. Le han quedado estupendas esta vez las ilustraciones. ¿Lo publicarás como libro digital?
ResponderEliminarHola, Marcos. Este cuento se publicó en la antología "Tripulantes" (Eclipsados, 2007). Recuerdo que cierto escritor me comentó muy seriamente que era lo mejor que había escrito yo nunca.
ResponderEliminarTodavía no sé cómo tomármelo...
Creo que es el mejor relado de la última década, sólido aunque sutil, expuesto con claridad y construido con acierto. Mi enhorabuena.
ResponderEliminarHansel
Invisible y mudo... Tengo un par de novelas de este estilo, a ve si consigo colocarlas..
ResponderEliminarMi comentario:
ResponderEliminarFer
Gracias, Hansel, mi madre me dijo lo mismo. Tendré que asumirlo.
ResponderEliminar¡Mucha suerte, Joe!
ResponderEliminarEstoy contigo, Fer. Eres el mejor.
ResponderEliminarEl relato me ha impactado, Roberto; tanto, que me ha dejado graves secuelas: ahora me acompaña, cual compañera ineluctable, una sensación de oscuro vacío que no acierto a llenar de ninguna manera...
ResponderEliminarVaya, Fernando, otra carga sobre mi conciencia...
ResponderEliminarEstá bien el relato, pero he leído otros tuyos mucho mejores, tal vez no he llegado al fondo, lo leeré de nuevo.
ResponderEliminarBesos, Roberto.
Claro que sí, Irene, a repetir hasta que guste.
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