AÑORANZA DEL CHUPETE
de niño
quería ser escritor
y astronauta
y pintor
y músico
y escultor
y bombero
y jugador de fútbol
y jugador de balonmano
y jugador de baloncesto
también quería ser alto
de niño
era todo distinto
de niño
era todo enorme
y maravilloso
los caballos
llenaban las calles
la gente
andaba desnuda
y descalza
las casas
eran de chocolate
la moneda de cambio
era el chupete
era estupendo
ser niño
había cometas
y no aviones
había refranes
y no sermones
había domingos
y no lunes
había alegría
y no maldiciones
los días eran largos,
y las noches,
valles de sueños
la vida era un juego,
y el mundo,
una selva infinita
por descubrir
de niño
quería ser escritor
ahora que soy escritor
quiero ser niño
¡¡Qué bueno y qué tierno!!,
ResponderEliminarQue me estoy ablandando...
ResponderEliminarMuy bueno... todo el mundo se siente así alguna vez
ResponderEliminarSerá que somos unos nostálgicos sin remedio...
ResponderEliminarMuy bueno.
ResponderEliminarAyer me dijo alguien:
- Y yo que soy niña quisiera ser escritora...
Pues a escribir. Que ya regresaremos a la infancia de mayores.
ResponderEliminarQué cruel el último comentario, ¿no? Ojalá la infancia que nos espere sea la que tuvimos
ResponderEliminarNo pretendía ser cruel. Era una inocente ironía (o eso pensaba yo).
ResponderEliminar